Por Caterina Matta
La psicóloga organizacional de profesión y business coach, Lorena Gallardo, habló en exclusiva para WT sobre “Fundadoras”, una pionera escuela de negocios enfocada en el bienestar y el crecimiento integral de mujeres emprendedoras en Chile y Latinoamérica.
A sus 22 años comenzó su primer emprendimiento. Mientras vivía y estudiaba en Argentina, decidió crear una agencia de asesoras del hogar, impulsada por sus ganas de trabajar y comenzar a generar ingresos. Solo un tiempo después emprendió con una agencia de promotoras en el mismo país. Desde el inicio de su vida laboral tuvo una relación directa con las mujeres, pero no fue hasta su trabajo de tesis donde generó el primer acercamiento con el liderazgo femenino: “7 Reinas”, un movimiento que se inspiraba en las siete características que distinguen a una mujer líder (control, intuición, disfrute, modificación, decisión, comunicatividad y afectividad). Por cerca de tres años 7Reinas fue una franquicia de eventos motivacionales para mujeres en Perú, Argentina y Chile, que Lorena lideró junto a la abogada argentina Tatiana Bregi. En cada evento la misión era contagiar esas 7 características de liderazgo femenino con el mundo.
Catorce años después, Lorena es la CEO de una de las escuelas de negocios para mujeres más grandes y prestigiosas de Chile y América Latina, “Fundadoras”. Este proyecto nace de una búsqueda de propósito de Lorena, así como de un deseo de superación personal que, habiendo tomado camino, la impulsó a apoyar a otras mujeres en el logro de sus sueños.
Fundadoras emerge en medio de un importante momento en la vida de Lorena. Mientras buscaba trabajar teniendo un hijo de cinco meses, se cuestionaba qué podía hacer con sus talentos y que, al mismo tiempo, le generaran un ingreso para poder vivir por lo menos por seis meses. Así nació el proyecto con 60 cupos para inscribirse a “Fundadoras” en 2018. Un proyecto piloto que costó $120.000 mil pesos por persona. Las clases eran 100% presenciales y se trataba de un gran desafío: tomar todo lo que Lorena había aprendido en sus negocios anteriores y ponerlo en función de algo completamente nuevo.
El año 2019 entre vaivenes sociales complejos, su negocio estuvo al borde de la quiebra. Reinventarse no era solo una opción, Lorena estaba decidida a salir adelante, volver a capitalizar lo que por años había construido y empezar de nuevo.
Con este nuevo aire, en 2020 Fundadoras volvió al mercado, pero con un gran cambio, todo sería online. Esto fue una decisión clave que marcó un hito en lo que vendría después: la pandemia. Mientras cientos de negocios se veían obligados a cerrar sus puertas físicas e ingeniárselas para seguir vendiendo, Lorena iba un paso adelante. No solo había relanzado la escuela, sino que además, todo era digital y sin saberlo, estaba lista para seguir apoyando a mujeres emprendedoras desde cualquier parte del mundo. Ese año tuvo más de mil alumnas en los programas y llegó a más de 3.000 personas inscritas. Hasta la fechase han capacitado más de 30.000 mujeres y se han realizado clases online con alumnas en 7 países.
Fundadoras es un llamado de empoderamiento constante para las mujeres emprendedoras que son y están convirtiéndose en líderes, pero no sólo para alcanzar su máximo potencial económico y tener negocios exitosos, sino también para alcanzar un bienestar integral que va más allá de los números. En la escuela se potencia el liderazgo, la autoconfianza y la generosidad entre las integrantes, uno de los pilares clave para convertirse en fundadora.
Habiéndose realizado la segunda edición de Business Festival de Fundadoras, una iniciativa de networking que convocó a 1000 emprendedoras y contó con 50 speakers en su primera edición, conversamos con Lorena e hicimos un recorrido por la historia que hoy la posiciona como una mujer influyente en Chile y Latinoamérica.
¿Cómo describirías el proceso de reinventarse y empezar de nuevo?
Yo lo describiría como un proceso de desarrollo personal profundo, de recobrar la confianza como persona. Porque fue como una pérdida de confianza en mí misma, pensaba “chuta parece que no soy tan capaz, parece que no puedo hacer esto”
Y después fue como re amigarme conmigo y decir bueno: voy a volver a confiar en mí, voy a volver a intentarlo y voy a volver a empezar. Y creo que esa es la base de todo. Si no confiamos en nosotras mismas y en lo que estamos haciendo y en que tiene un sentido y un fuerte impacto en otro, difícilmente nos podemos volver a parar.
¿Qué es lo que más destacarías del trabajo que realiza Fundadoras?
Dos cosas: la primera es el desarrollo que hacemos con la emprendedora en temas de liderazgo y desarrollo personal, donde mi base como psicóloga ha hecho que yo pueda incorporar dentro de la escuela herramientas de desarrollo personal, de coaching, de liderazgo, que transforman a la fundadora en una mejor líder y eso hace que tomen mejores decisiones y por lo tanto su negocio crezca.
Y la segunda parte tiene que ver con la comunidad, la red de apoyo, lo que se da internamente entre compañeras, eso hace que las alumnas se encuentren con pares, con amigas y que creen lazos de amistad y de trabajo que pueden durar para siempre.
¿Qué crees que describe a los emprendedores y a las fundadoras?
En primer lugar está la capacidad de ser súper arriesgado, de tirarse y apostar, porque siempre estamos apostando todo en todo momento.
A una fundadora la caracteriza la generosidad y sobre todo la ambición. Si tú tienes ambición, ganas de lo nuevo, ganas de progreso, ganas de avanzar hacia un próximo lugar que ni siquiera sabemos cuál es, pero tienes las ganas, significa que tienes que estar en Fundadoras porque acá está lleno de mujeres que quieren progresar.
Al final, emprender es hacer por otros, es tener la capacidad y la astucia de escuchar. Entonces si yo soy buena escuchando, soy buena viendo lo que el otro tiene para decir, voy a poder leer sus necesidades y voy a poder, con mi generosidad, poder crear algo que un otro necesita. Los emprendedores tenemos esa capacidad de arriesgarnos y en el riesgo está un poco esta locura que se suele representar a los emprendedores.
¿Tú te identificas con esa locura?
Absolutamente. O sea, estar haciendo un evento para mil personas y para mil emprendedoras no tiene ningún criterio coherente.
¿Cómo se crea el Business Festival?
Se crea por varios motivos. Creo que la presencialidad es fundamental para poder tener estas redes de cariño, de amabilidad, de comprensión entre personas que somos pares. Los emprendedores no tenemos muchos colegas, muchas veces nos encontramos solas emprendiendo en cualquier ciudad, y cuando estás sola pierdes un montón de cosas a nivel emocional y a nivel de trabajo importantes.
El festival surgió para poder conectar presencialmente en un día a todas las personas que forman parte de este ecosistema que nos inspira día a día y durante todo el año y también para obviamente festejar nuestro día, que es el Día Internacional de la Mujer Emprendedora.
El Business Festival es un momento para hablar de temas elevados que nos conecten con otro tipo de conversaciones que no tenemos todos los días.
¿Qué les dirías a las mujeres que no se deciden a emprender y cómo Business Festival podría apoyarlas con eso?
La invitación para nuestro país y para las mujeres latinoamericanas es que recordemos que merecemos trabajar en lo que amamos, merecemos generar impacto, tener nuestros propios recursos, tener nuestro propio dinero, lo merecemos. Entonces si no parte por nosotras no va a partir con nadie más.
Fundadoras diseña y conoce tanto a las personas que asisten, que sabemos exactamente cuáles son los puntos que nosotros podemos tocar para abrir nuevas conversaciones que posibilitan una nueva forma de ver el mundo.
Cuando yo converso con otras personas de nuevos temas de conversación logro transformar mi cabeza. Y cuando transformo mi cabeza, transformo todas las decisiones que tomo de ahí en más.
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