Dos estudios internacionales recientes han llegado a conclusiones similares acerca de los problemas a futuro relacionados a la depresión perinatal.
La depresión es el trastorno mental más común a nivel mundial y una de las causas más habituales asociadas a la discapacidad en mujeres adultas. No es extraño que muchas mujeres se embaracen durante un cuadro depresivo o desarrollen uno durante o después de su embarazo. A esto se le denomina depresión perinatal, durante la cual los síntomas pueden variar desde lo leve a lo grave y puede tener repercusiones tanto en la vida de la mujer como en la de su hijo o hija.
Según ambos estudios- uno proveniente de Estados Unidos y el otro de Suecia- este trastorno puede generar un incremento considerable asociado a pensamientos y actos suicidas, algo que puede durar varios años. De acuerdo a los documentos, la edad promedio de las mujeres que sufren depresión perinatal es de 31 años. Además, la mayoría de ellas se caracterizan por tener un nivel de educación menor y por ser menos propensas a vivir con el padre de su hijo. Por otra parte, es más probable que tengan o hayan tenido un desorden mental en el pasado.
El primer estudio, titulado: “Depresión perinatal y riesgo de mortalidad: estudio nacional basado en registros en Suecia”, analizó los registros médicos de alrededor de un millón de mujeres suecas y los comparó a 86.551 mujeres que padecieron depresión perinatal con mujeres que no la padecieron. La conclusión principal del estudio fue que aquellas mujeres con depresión perinatal clínicamente diagnosticadas estaban asociadas a un riesgo de muerte por suicido mucho mayor, específicamente durante el primer año de diagnóstico.
También es interesante mencionar que del total de mujeres, un 55% tenía depresión durante el embarazo, mientras que el 45% restante la tuvo después del embarazo. Durante lo que fue un seguimiento de 18 años, los investigadores identificaron 522 muertes, que asociaron a un riesgo tres veces más alto de muerte por suicidio que mujeres que no sufrieron depresión perinatal.
A través de un seguimiento que duró 18 años, el estudio desarrollado por la revista JAMA Network Open llegó a las mismas conclusiones. Aquellas mujeres que desarrollaron un cuadro depresivo durante o después de su embarazo estuvieron asociadas a un riesgo de suicidio tres veces mayor que mujeres que no sufrieron depresión perinatal. Estos riesgo se hacían mayores en el año posterior al embarazo, y aún cuando se identificó una disminución en el tiempo, seguían siendo por lo menos el doble de mayores en comparación a mujeres que no presentaron este trastorno.
Ambos estudios concluyeron que es necesario realizar intervenciones y seguimiento clínico atento para este sector de la población, especialmente debido a que se demostró que el riesgo a presentar conductas suicidas seguía presente con el pasar de los años. Se estima que la depresión perinatal afecta entre el 10 y 20% de las mujeres durante el embarazo o poco después de él y en muchos casos está infra diagnosticada.
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