Egresó el año 2012 de la carrera de actuación y durante sus primeros años se lanzó de lleno al teatro. Sin embargo, todo cambió con una lesión en su pierna izquierda que le impidió seguir actuando como antes y la obligó a repensar su futuro.
Su nombre es Consuelo Zerene y hoy lidera su propio proyecto como mentora en comunicación efectiva. Su misión es ayudar a personas con marcas personales o con objetivos individuales para hablar con seguridad y disfrute ante públicos y cámaras. La comunicación efectiva implica poder compartir ideas y/o pensamientos de la manera más comprensible para el receptor del mensaje. Si bien suena simple, hoy existen muchas personas que tienen dificultad en su día a día para expresarse con claridad y seguridad. “Yo me demoré años en sentirme segura, en no tener vergüenza, en poder pararme frente a un público. Es muy estratégico cuando alguien te asesora porque te ahorras mucho tiempo”, expresa Consuelo.
“Empecé a hacer clases en colegios, porque ya no podía actuar, no tanto como quería. Pero ser profesora de teatro tampoco es estable, vas una o dos veces por semana y listo”, cuenta Consuelo. En busca de un trabajo más permanente, una conocida le dio la idea de hacer clases de oratoria, lo que la motivó a armar un programa. “Fui a una consultora que tenía un conocido. Le mostré el proyecto y confió en mí. Ahí di mi primer taller”, expresa.
“Fue un día completo. Un domingo. Me acuerdo que llegué a mi casa muy cansada, pero estaba muy contenta. Justo me escribe Roberto, el chico que me había contratado, felicitándome, me dijo que le había encantado el curso.”
Consuelo cuenta que desde un comienzo, una de sus prioridades siempre fue recibir una formación apropiada que se sume a sus conocimientos en actuación. “Hice un diplomado en la Universidad Católica en teatro aplicado, he tomado varios cursos y estoy siempre estudiando, en constante formación”, expresa. Además estudió programación neurolingüística, una disciplina que la ha ayudado a entender cómo el lenguaje incide en el comportamiento humano.
Luego de trabajar en distintas universidades, decidió continuar sus cursos como independiente con el objetivo de tener más control sobre sus horarios. “Para mi esto ha sido encontrar un trabajo estable. Es la primera vez que estoy tanto rato trabajando en una misma cosa, y eso ha sido genial”, expresa.
Consuelo cuenta con su propia página web llamada Consu Comunica, donde exhibe una variedad de cursos y mentorías orientadas a mejorar la comunicación efectiva. Uno de los principales problemas que observa en sus alumnos es el miedo a fallar. “Se trata de gente que llega con traumas gigantes y eso se refleja en su comunicación, miedo a quedarse en blanco, miedo a equivocarse, miedo a no saber algo. Yo lo resumo al miedo de no ser capaz, a no lograrlo”, explica. Por lo mismo, perder ese miedo es una de las cosas que trabaja con sus alumnos caso a caso. Al final del día, su objetivo no es solamente la comunicación efectiva, sino también que puedan disfrutar haciéndolo.
“Creo que eso es súper importante, si el orador está incómodo, el público también se va a incomodar y quizás le va a tener casi que pena al orador y no es la idea. Pero si el orador lo está bien, uno disfruta con ellos”.
Desde su experiencia enseñando, Consuelo ha visto que sus clases ayudan a sus alumnos tanto en el ámbito laboral como personal. “Me ha llegado gente que me dice que se siente mucho más segura, que se atreven a hacer cosas que antes no se atrevían, o incluso gente que ha logrado resolver conflictos con amigos o parejas”, expresa Consuelo. “Me cambiaste la vida, yo creo que es lo más increíble que me han dicho”.
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