Se calcula que en promedio, la población chilena engordó alrededor de siete kilos producto de la pandemia. Esto, más la falta de conciencia en torno a los efectos del exceso de grasa ha contribuido a acrecentar un problema que afecta principalmente a las mujeres. Cuidar la salud es el principio del empoderamiento femenino, aseguran los especialistas.
Según las estadísticas oficiales, un 43 por ciento de las mujeres de entre 25 y 64 años tiene obesidad en Chile, lo que según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ubica a nuestro país con la tasa de obesidad femenina más alta de Sudamérica. Un triste récord que pese a importantes iniciativas, como la “Ley de etiquetado de los alimentos” que ha sido reconocida internacionalmente, no se detiene. Muy por el contrario, los registros de la última década hablan de que entre niñas y adolescentes, el sobrepeso aumentó entre un 15 a un 25 por ciento.
Para Magdalena, médico del staff de Farmacias Ahumada, el tema es preocupante, además porque la medicina ofrece hoy una amplia gama de alternativas para abordar el problema que exige la consulta a un especialista. “Hay que recordar que Chile pasó de ser un país con desnutrición a uno obeso en muy pocos años. La industrialización hizo que disminuyera el consumo energético, y aumentara el consumo de alimentos más elaborados, en otras palabras más grasa y menos fibra, y eso es algo que padecemos hasta el día de hoy. Actualmente, a las mujeres, por ejemplo, entre las largas jornadas de trabajo, el colegio, la sala cuna, las compras, la casa, no nos queda tiempo para ir al gimnasio o hacer alguna otra actividad física”, explica, al llamar a las mujeres a “adoptar estilos de vida saludables”.
Para XXX, parte del empoderamiento femenino está ligado al cuidado de la salud, por lo que el llamado es a asumir el problema y tomar cartas en el asunto. “Es difícil visibilizar los daños que provoca una enfermedad si no se siente ningún síntoma, no vamos al médico hasta que nos sentimos mal, y si por alguna razón nos hacemos un chequeo y nos sale algo alterado, no siempre lo asumimos y nos hacemos cargo. Es nuestra obligación cuidar nuestros hábitos, hacer ejercicio y vivir de la manera más saludable posible”.
En este sentido, advierte en la necesidad de reforzar las campañas de prevención, especialmente en edades tempranas. “Hay que intensificar la promoción de hábitos de vida saludable en los niños desde que nacen. Eso es lo más importante y los padres y madres tenemos una labor clave, existen medidas fundamentales como asegurar la lactancia materna exclusiva, que sabemos disminuye el riesgo de obesidad y sobrepeso en cerca de un 26 por ciento”, argumenta.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes que provoca el exceso de peso?
El mayor riesgo es el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, lo que incluye principalmente enfermedad coronaria (infarto) y accidente cerebrovascular. También se asocia a mayor incidencia de otros factores de riesgo cardiovascular como: hipertensión arterial, hipercolesterolemia y diabetes. Además, puede potenciar la aparición o empeoramiento de otros problemas de salud, como problemas articulares y respiratorios. No está demás destacar que está demostrado que la obesidad también se asocia a mortalidad.
En muchos países se discute hoy si producto del body positive, se han invisibilizado los daños que provoca la obesidad a nivel orgánico, ¿cuál es su opinión al respecto?
Este movimiento lo que hace es potenciar la aceptación de nuestro cuerpo tal como es, viéndolo desde un punto de vista físico. No creo que eso implique que debamos descuidar los problemas de salud que alguna condición o mal hábito genera.
Hay personas con peso normal que se alimentan muy mal y eso también está afectando su salud, por lo tanto, no se trata solamente de si soy gorda o flaca, sino de aceptar y querer nuestro cuerpo y, por lo tanto, cuidarlo.
Muy buen artículo. La importancia de una alimentación saludable desde el nacimiento para prevenir la obesidad y sin número de enfermedades asociadas. Lamentablemente no hemos logrado tomar clara conciencia de los daños que causa una mala alimentación.