Las mujeres enfrentan una amplia brecha salarial en el mundo del deporte. Un reciente listado de Forbes reveló que no hay mujeres entre los 50 atletas mejores pagados del mundo, lo cual refleja una realidad que pocos conocen.
La participación femenina en la industria deportiva ha crecido de manera exponencial en los últimos años. Sólo para dar un ejemplo, las mujeres han participado en todas las categorías de deportes en los Juegos Olímpicos desde el año 2012. Además, todos los deportes nuevos que se incluyen en los Juegos hoy en día deben contener secciones femeninas.
Sin embargo, por más que se duplique, este interés no es el suficiente para que se vea reflejado en sus sueldos. En el mundo del deporte, los salarios y los premios por campeonatos y competencias están directamente vinculados a los ingresos que generan las transmisiones televisivas de estos eventos, además de patrocinios e inversiones. Así, las mujeres se ven enfrentadas a una desventaja importante si tenemos en cuenta que son los varones quienes se llevan gran parte de esta atención.
La edición 2024 del listado de Forbes “Los 50 atletas mejor pagados del mundo” trajo muchas sorpresas positivas, incluyendo un récord de ganancias por cuarto año consecutivo, que representa más del doble de lo que ganaban los 50 principales hace una década. Sin embargo, al igual que hace diez años, los 50 mejor pagados siguen siendo exclusivamente hombres. El año pasado, la tenista Serena Williams fue la única mujer en la lista por sexto año consecutivo, pero tras su retiro, la lista nuevamente quedó sin representación femenina.
En el pasado, sólo otras tres mujeres habían llegado al top 50 desde 2012, las tenistas Maria Sharapova, Li Na y Naomi Osaka. En 2023, la sensación del tenis polaco Iga Świątek figuraba como la atleta mejor pagada, cobrando unos 23,9 millones de dólares en ganancias totales. Sin embargo, esta cifra sólo representaba algo más de la mitad de los 45,2 millones que necesitaba para situarse entre las 50 mejor pagadas de 2024.
Fútbol, delanteros en desigualdad
Forbes ha posicionado al futbolista Cristiano Ronaldo como el atleta mejor pagado por segundo año consecutivo, con un sueldo total de 260 millones de dólares al año. Sin embargo, el panorama para las mujeres es distinto. A pesar de que el fútbol es uno de los deportes más populares, también es uno de los deportes con mayor desigualdad de género.
Según datos de la encuesta global GSSS, hay alrededor de 137.021 jugadores de fútbol profesional en todo el mundo –frente a 1.287 mujeres que juegan profesionalmente–. Sam Kerr, la delantera australiana del Chelsea, es actualmente la jugadora con el sueldo más alto en el mundo. Según información de la BBC de Londres, su salario llega a 513.000 dólares por temporada –esto sin contar sus ingresos por publicidad y patrocinio–. Aún así, Kerr está lejos de acercarse a lo que ganan muchos jugadores de fútbol de renombre.
Lo mismo ocurre en los torneos internacionales. Según la web OurGoalIsNow, después de ganar la Copa Mundial Femenina 2015, las jugadoras de los Estados Unidos recibieron 1,6 millones de euros. Mientras que el equipo francés masculino recibió más de 30 millones de euros tras ganar la Copa del Mundo en Rusia 2018.
A pesar de esta realidad, las cosas parecen estar cambiando. La consultora Deloitte estima que los ingresos totales combinados de los deportes profesionales femeninos alcanzarán los 1.280 millones de dólares este año, lo que representa un aumento de al menos un 300% en comparación con la proyección de hace tres años. Este incremento, junto con el creciente interés de las audiencias y las marcas en los deportes femeninos, podría indicar que las deportistas están finalmente obteniendo el reconocimiento que merecen.
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