La primera mujer chilena en obtener la Triple Corona en natación de aguas abiertas se pone metas cada vez más difíciles de alcanzar. Esta semana, en EEUU, acaba de lograr un nuevo éxito.
Quien la bautizó como la “sirena del hielo”, no se equivocó. Hasta ahora, si hay algo que ha demostrado la campeona mundial de natación en aguas gélidas, Bárbara Hernández, es que no existe nada que pueda detenerla. Ni el frío extremo ni las corrientes más peligrosas, tampoco la fauna marina que habita en los escenarios donde realiza sus desafíos deportivos.
“ Nadé de manera estratégica, ya que son instancias en que hay que saber conjugar rapidez y lentitud para resistir toda la prueba” dijo, esta semana, tras finalizar uno de los retos más complejos de sus carrera. En 20 horas y 30 minutos, logró convertirse en la primera latinoamericana en completar dos vueltas a la isla de Manhattan.
Meses antes, la Asociación Mundial de Natación de Aguas Abiertas la eligió como “la mujer del año” del 2020 y los principales medio de comunicación del mundo destacaron su historia, entre cuyos hitos figura el cruce de nueve kilómetros del canal de Beagle. Una prueba que según sus propias palabras la marcó. “La parte más bonita de todo el cruce fue ver la cara de felicidad de quienes estaban en la llegada. Ese momento le dio un sentido especial al cruce. Ver lo que mi nado provocó, ese sentimiento de unidad me hizo sentir muy orgullosa. Me siento una patagona adoptada”, dijo, apenas salió del agua.
Meses después, llegaría la prueba en el lago de mayor altitud del planeta y las titánicas jornadas de entrenamiento en temperaturas bajo cero, tuvieron su recompensa. Sin neopreno (látex aislante) ni grasa, Bárbara se transformó en la primera persona en realizar esta travesía en dichas condiciones. “Las condiciones de viento, agua y temperatura eran muy adversas, extremadamente difíciles, por primera vez casi pensé que no sería capaz de llegar hasta el final. No podía aumentar la velocidad porque podía faltarme el oxígeno. Se trata del lago más alto del mundo y eso hizo que fuese tan complicado”, explicaría después de recibir una avalancha de felicitaciones.
Antes de su última hazaña en Manhattan, la Sirena de Hielo ya se había convertido en la primera sudamericana en cruzar el Canal Molokai. La prueba fue clave en su camino por completar el desafío de los Siete Mares. Tras sus triunfos en el Canal de la Mancha, el Canal de Catalina y el Estrecho de Gibraltar, ahora sólo le resta por adentrarse a las aguas del Canal del Norte, el Estrecho de Cook y el Estrecho de Tsugaru.
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