La investigadora argentina Martina Varela dejó la carrera de abogacía para estudiar historia del arte luego de un viaje a Europa que realizó el año 2011. Actualmente, es licenciada en Gestión e Historia de las Artes en la Universidad del Salvador y fundadora de la plataforma virtual Art Alert Cultura, donde ofrece cursos y workshops de historia del arte desde una perspectiva de género, además de visitas guiadas en las que invita a redescubrir los museos e instituciones culturales a partir de miradas alternativas.
En entrevista con Woman Times, Martina Varela nos comparte su visión y ganas de actualizar la óptica de la historia del arte tradicional por una que incluya en su quehacer el vastísimo aporte de las mujeres artistas.
¿Cuál es la importancia de abordar la historia del arte desde una perspectiva de género?
Es fundamental abordar la historia del arte desde una perspectiva de género porque a partir de ella hacemos visibles a mujeres artistas que fueron desplazadas del discurso hegemónico de la historia del arte. Mujeres pintoras que sí habían sido reconocidas en su tiempo y por sus colegas, pero que la historia las negó. Y esas mujeres tuvieron un rol fundamental en el desarrollo de la cultura, rompiendo estándares, tradiciones, posicionando a la mujer en escenas que eran impensadas en esos tiempos. A esas mujeres les debemos mucho y por ello uno de mis cursos se encarga de reivindicar y dar a conocer quiénes fueron y su importancia en el aporte de la creación de movimientos artísticos y en sus maneras de pensar tan feministas para aquellas épocas.
¿Cómo describirías el enfoque que tienen tus talleres?
Comencé realizando los cursos ‘típicos’ donde yo daba a conocer a los artistas más famosos, esos que uno encuentra en los museos y que son todos varones. Sin embargo, algo en mí no sentía suficiente esa información y a partir de entonces mi enfoque fue muy claro, no sólo dar a conocer la vida y obra de esas mujeres artistas, sino también enseñar cuáles son las herramientas de la perspectiva de género, de la interseccionalidad y del pensamiento eurocentrista que existe dentro de la historia del arte, para que cada uno de mis alumnos y alumnas pueda comenzar a analizar libros, textos, discursos, con una mirada crítica, que ponga en jaque cuestiones que jamás nos planteamos porque las tenemos muy normalizadas. Entonces ya ni siquiera yo puedo ver lo que me han enseñado en la facultad de la misma manera que antes, hoy en día con esas herramientas podría replantear muchos de esos ‘conocimientos académicos’ que no hacen más que limitar la verdad de la historia.
Según tus investigaciones ¿Cuántas artistas mujeres han sido olvidadas por la historia del arte oficial? ¿Desde qué periodos podemos encontrar sus trabajos?
Han sido olvidadas más de 100 mujeres artistas, muchas de las cuales no existe ningún archivo, nada de lo que las historiadoras podemos revisionar, como Olga Costa, Maruja Mallo, Judith Leyster y Marie Bracquemond. Sin embargo, luego de mis investigaciones, logré formar dos cursos donde hablo de más de 60 mujeres artistas que abarcan diferentes periodos, desde el Renacimiento, hasta el Arte Contemporáneo. Yo invito a analizar todo un movimiento artístico únicamente con sus obras, para que vean que sí es posible entender el arte desde las obras de artistas mujeres. Siempre intento dar a conocer a las artistas que fueron desplazadas y difundir a aquellas que hoy en la actualidad absorbieron todos estos conceptos y que realizan un arte en relación a la lucha de las mujeres en todos los aspectos de la sociedad.
¿Qué artistas mujeres particularmente te interesa destacar? ¿por qué?
Tengo pocas preferencias, ya que realmente es muy motivador conocer la vida y obra de todas y me cuesta decidir, sin embargo Artemisia Gentileschi, que dentro de la historia es de las más conocidas, tiene unas vivencias muy complejas que las refleja en el contenido de sus obras, las cuales me emocionan fuertemente, incluso la técnica que utiliza de tenebrismo y el realismo en la expresión de sus personajes.
Artemisia Gentileschi se ubica dentro del periodo Barroco y la historia no ha hecho más que compararla con Caravaggio, porque eso sucede siempre, las mujeres pintoras/artistas son comparadas o se creen que fueron influenciadas siempre por varones, como si no hubieran podido concebir sus estilos de una manera autodidacta. Sobre todo, teniendo en cuenta que los estudios que se les permitía a los varones durante muchos años estuvieron negados a las mujeres, por ejemplo, clases de dibujo con modelos vivos. Por lo tanto, con menos herramientas, lograron igualarse y en otros casos superar a los ‘genios’ del arte, aunque no se trata de competir, sino de reconocer su lugar.
¿Crees que hoy en día la institucionalidad cultural se esté preocupando más por incluir la perspectiva de género en su ejercicio?
Sí, considero que este camino que se viene realizando desde la decada del ‘70 a partir de la critica feminista de la historia del arte, tiene cada vez más lugar, sobre todo en espacios de arte contemporáneo, como galerías o centros culturales, no así en los museos. Uno recorre los más importantes del mundo y aún en las paredes cuelgan el 90% obras de artistas varones y un 10% obras de artistas mujeres, las cuales no tienen buena ubicación ni buena iluminación. Por ende, debemos seguir haciendo conocidas a esas pintoras para que ocupen los lugares que se merecen en las instituciones culturales más influyentes y visitadas a nivel mundial.
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