POR Paula González Salas, Fundadora Mujeres del Futuro
Querer tener el control es normal, es casi un instinto de supervivencia.
Creemos que así viviremos una vida ideal y evitaremos cualquier sufrimiento.
Pero esa necesidad de controlarlo todo, no es más que un montón de miedo acumulado. Lo cierto es que nos da terror que las cosas no salgan como esperamos.
Al contrario de lo que podemos pensar, perseguir el perfeccionismo, y tener expectativas altísimas de todo, en nuestro lenguaje, ser la Superwoman, no nos acerca a nuestra vida ideal, sino más bien nos hace vivir estresadas, con altos niveles de ansiedad, caer una y otra vez en la decepción, y vivir con muchísima frustración, porque nuestra expectativa es humanamente imposible de realizar y sostener en el tiempo.
Para comenzar a soltar el control, debemos aceptar con humildad que no tenemos las respuestas para todo, que necesitamos abrirnos a posibilidades y confiar en que la vida nos va a saber guiar. A veces nos cerramos tanto a lo que ya conocemos (la única que puede hacer esto bien soy yo) que forzamos las cosas para evitar salirnos de nuestra zona de confort (aunque estemos agotadísimas) y seguro que hasta ahora te ha funcionado … pero ¿a costa de qué? Y además imagina las muchas otras formas que deben de existir para hacer las cosas. Imagina todo lo que podrías conocer y aprender si fueras un poquito más flexible, y te abrieras a ver más allá.
Elegir confiar puede llegar a ser aterrador, es importante vivir el proceso con calma, con paciencia y muchísima autocompasión.
Pequeñas acciones que te pueden ayudar a liberar el miedo y soltar el control
- Comienza viendo cómo te hablas, cuánto te exiges.
- Revisa tus metas y elige hacerlas más flexibles y realistas.
- Acepta tus limitaciones, no tienes que saber hacer TODO en la vida, ¡PIDE AYUDA!
- Anda haciéndote la idea de equivocarte y que un error no te paralice
- La vida es subir y bajar, así que calma y busca las herramientas que te ayuden a levantarte y seguir adelante con tu vida.
- Rétate poco a poco a salir de tu zona de confort: haz algo en tu rutina de manera diferente, di que sí a algo que te de miedo.
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