La experiencia de las mujeres en el área de la salud ha sido clave para que este sector pueda mejorar en diversos ámbitos, sin embargo, las brechas de género actuales no permiten el desarrollo pleno de sus carreras, tal como aseguran los estudios conjuntos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo a las cifras de ambos organismos, en el sector salud y asistencial las mujeres ganan un 24% menos que los hombres. Bajo ese contexto y en el marco del Mes de la Mujer, profesionales del mundo sanitario se refieren a estas brechas y dan a conocer los aportes que están entregando en sus áreas de trabajo.
Según los datos de la OMS las mujeres representan más del 70% del personal médico, y muchas veces son las principales profesionales de atención domiciliaria y comunitaria, y pese a ello, sus salarios y reconocimientos profesionales siguen estando por debajo de los de sus pares masculinos. En este contexto, cuatro profesionales se refieren al aporte que desde sus diferentes roles y espacios de trabajo promueven por avanzar en la equidad de género dentro del área de la salud.
La doctora Francisca Yankovic, cirujana y uróloga pediatra del Hospital Exequiel González Cortés y de la Clínica Santa María, además, presidenta de la Sociedad Chilena de Cirugía Pediátrica, señala que en Chile las mujeres deberían asumir mayores roles directivos, pensando en los aportes que pueden entregar para que la salud de los pacientes sea de calidad y, al mismo tiempo, que los centros médicos públicos y privados puedan ir mejorando cada vez más su gestión. “Contribuimos de diversas formas, pero creo que principalmente lo hacemos a través de una mirada integradora, lo que es clave para liderar y avanzar hacia la mejora continua de la salud en Chile”.
Por su parte, Sara Riveros, parte del equipo del Laboratorio de Innovación Pública UC Lip, que actualmente está diseñando mejoras para el sector sanitario, menciona los beneficios que tiene la mirada femenina en el diseño de estrategias de salud en el servicio público. Al respecto señala que “como investigadoras tenemos ciertas características que son propias del género en el sentido de cómo abordamos ciertas problemáticas. Desde mi experiencia, siento que muchas veces en los proyectos he tenido un rol conciliador especialmente en temas de salud complejos y sistémicos, que tienen muchas dimensiones. En ese contexto es clave tener distintas perspectivas y conocimientos para poder abordar esos problemas”.
Desde el área digital, la Head of Marketing de Keirón, Francisca Gerstle, indica que la incorporación de la tecnología en el área de salud es un desafío pendiente tanto en Chile como en todo el mundo, y que el aporte de las mujeres es central en este avance. “Creo que se está avanzando en incorporar este tema tanto en los sistemas de gestión como de atención a pacientes en centros sanitarios, y siento que muchas mujeres hemos sido una pieza clave para lograrlo”.
“Desde mi experiencia en el mundo tech, creo que he sido un aporte importante para que Keirón pueda continuar contribuyendo a través de su plataforma con la mejora del viaje de atención de los pacientes tanto en centros públicos como privados y así apoyar con el avance de la innovación de la salud en Chile. Creo que hay cada vez hay más mujeres con talento tech generando equipos más diversos y competitivos y permitiendo con ello la mejora de los servicios y la experiencia de los pacientes, pudiendo generar un mayor impacto social”.
Asimismo, la vicepresidenta de la Sociedad Chilena de Calidad Asistencial (Soccas), Patricia Gutiérrez, quien desde su rol está buscando impulsar conversaciones en torno a la seguridad de los pacientes para así favorecer la generación de transformaciones que tengan congruencia con todas las esferas de calidad asistencial, mediante lo que llama una ‘cultura del ciudado’, sostiene que hoy mismo es el momento para el crecimiento de la mujeres en el sector sanitario.
“Las mujeres podemos tener el rol que queramos, y considero que no podemos decir que el desempeño va a estar ligado sólo al hacer y cuidar sino que también a gestionar, crear y administrar. Podemos ocupar el lugar con un espacio que se va abriendo cada vez más, el límite lo pone cada una, permitiendo combinar exitosamente el querer, saber y poder hacer. Creo igual que es un factor importante para que esto se cumpla, el poder equilibrar sin culpa la vida familiar, la maternidad y la visión que asumimos que el entorno tiene de nuestro trabajo”, explica Gutiérrez.
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