El año pasado, la UNESCO advirtió que la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos como el agua e inodoros está provocando que millones de mujeres y niñas no tengan cubiertas sus necesidades de higiene y salud menstrual, aumentando así el riesgo de padecer infecciones. Por otro lado, se estima que alrededor de 500 millones de mujeres en el mundo no tienen acceso a productos de higiene menstrual. Para profundizar en torno a esta problemática, conocida como pobreza menstrual, así como de la falta de acceso a productos anticonceptivos y de aseo personal femenino en general, la subgerente de Servicios Clínicos de Farmacias Ahumada, Magdalena Galarce, conversó con Woman Times.
Pobreza menstrual
Definida por la ONG Internacional Humanium como la falta de acceso a productos de higiene menstrual, instalaciones higiénicas y herramientas educativas, la pobreza menstrual es una problemática mundial que afecta a alrededor de 500 millones de mujeres y niñas. En Chile, de acuerdo con el primer estudio de gestión menstrual realizado por el SERNAC, sólo un 48% de mujeres privadas de libertad y un 37% de mujeres que hoy se encuentran en situación de calle declaran tener acceso a productos de gestión menstrual para todos los días que los requieren.
“Éste es un problema enorme de salud pública, porque no tener acceso a productos de protección femenina, además de afectar la calidad de vida diaria de millones de mujeres, puede generar graves problemas de salud”, sostiene Magdalena Galarce – Subgerente de Servicios Clínicos de Farmacias Ahumada. La especialista – Médico Familiar y Magister en Administración de salud -explica que el no tener acceso a productos de higiene íntima provoca que las mujeres tengan que recurrir a artefactos que tengan a mano como trapos, papel higiénico o pañales infantiles, los cuales pueden generar dermatitis o infecciones del sistema urinario y/o genital.
“Por otro lado, por no tener acceso a la cantidad necesaria de productos para cubrir todos los días de período menstrual, algunas mujeres se ven obligadas a utilizar un producto de higiene íntima por un tiempo mayor del recomendado, lo que también puede ser peligroso, ya que utilizar, por ejemplo, un tampón por más horas de las indicadas aumenta el riesgo de sufrir un síndrome de shock tóxico, que es un síndrome raro pero peligroso”, añade Galarce.
Acceso a métodos anticonceptivos
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) señaló que, durante la pandemia, debido a las restricciones en movilidad y, en consecuencia, la falta de acceso a los servicios sanitarios, casi 12 millones de mujeres de 115 países no ocuparon anticonceptivos cuando los necesitaban. Por otra parte, un estudio de la revista The Lancet -difundido por el medio El País – arrojó que el año 2019 más de 160 millones de mujeres y adolescentes que querían evitar la maternidad no utilizaron anticonceptivos, siendo la principal causa de esto la falta de recursos y de voluntad política de los gobiernos a nivel mundial.
El hecho de que los métodos anticonceptivos no estén garantizados para la población femenina conlleva una serie de riesgos que van más allá de los embarazos no deseados, advierte Magdalena Galarce: “Por una parte, está la consecuencia más conocida, que es una inadecuada planificación familiar, pero hay que recordar que estos medicamentos no sólo se utilizan para evitar embarazos, sino que también para controlar los ciclos menstruales, para disminuir los síntomas del periodo menstrual como sangrado abundante y para tratar el ovario poliquístico. En este sentido, las mujeres que no tienen acceso a anticonceptivos tienen una menor posibilidad de tratar estas condiciones, lo que deriva en una mayor desventaja para asistir al trabajo o estudios y en una peor calidad de vida”, añade la Subgerente.
¿Qué acciones tomamos?
Desde Farmacias Ahumada, con el fin de acortar las brechas que dificultan el acceso a productos femeninos, tales como productos de gestión menstrual y anticonceptivos, en marzo lanzaron la iniciativa “Adiós al Impuesto Rosa”, con la que buscan frenar la discriminación de precios dada por razones de género, es decir, el valor de aquellos productos que cuestan más sólo por estar dirigidos a mujeres. Para ello, el plan de la cadena farmacéutica estableció la reducción de hasta un 19% en los precios de más de 400 productos para los inscritos en Familia Ahumada, los cuales incluyen anticonceptivos, protección femenina, suplementos y artículos de cuidado personal.
“La necesidad de que las mujeres ocupemos el mismo espacio que los hombres, que tengamos los mismos derechos y acceso a productos básicos, es un asunto del que todos debemos hacernos cargo en conjunto”, sostiene Magdalena Galarce. “Desde el sector público a través de soluciones regulatorias, legislativas y participativas; pero también desde el mundo privado, donde tenemos la opción de tomar la iniciativa y modificar o erradicar prácticas que afectan de forma negativa a las mujeres”, concluye.
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