Desde julio de este año, la marca Avon está certificada con el sello de Leaping Bunny por Cruelty Free International, el estándar con mayor reconocimiento mundial para los productos cosméticos y de cuidado personal sin crueldad animal. Las primeras líneas de la marca que recibieron la aprobación de Leaping Bunny son los perfumes, Avon Care y Anew, mientras que el resto de las categorías obtendrán su certificación a lo largo de los próximos doce meses.
El sello Leaping Bunny, según explica Karina Suárez, gerente general de Avon Chile, es el que exige que cada ingrediente de todos los productos de la marca cumpla con los criterios de experimentación animal. “Nosotros no experimentamos con animales en ningún centro de operaciones que tenemos a nivel mundial. Leaping Bunny es una validación externa de nuestro compromiso actual e implica auditar cientos de miles de ingredientes que componen nuestros productos, siendo este sello la mejor garantía que un consumidor puede obtener de que una marca está haciendo todo lo posible para ser libre de crueldad”, señala la ejecutiva.
Avon, nacida en Nueva York a fines del siglo XIX, hace 30 años se convirtió en la primera compañía de cosméticos en denunciar las pruebas en animales, y con el tiempo “ha desarrollado diferentes métodos para evaluar la calidad y seguridad de sus productos sin testear en animales”, explica Karina Suárez en entrevista con Woman Times.
¿Qué significa como marca estar certificados con el sello de Leaping Bunny por Cruelty Free International?
Para Avon significa reafirmar nuestro compromiso con el bienestar animal. El programa Leaping Bunny de Cruelty Free International se considera la norma de referencia mundial para cosméticos y productos de cuidado personal.
Es importante para nosotros como marca aportar desde nuestra posición como empresa cosmética en hacer un mundo mejor, y sabemos que también lo es para nuestros representantes y clientes. Por eso llevamos tres décadas oponiéndonos a la experimentación con animales, por lo que recibir la aprobación del programa y Leaping Bunny es una expresión más de nuestro prolongado compromiso con el bienestar animal.
Avon lleva tres décadas trabajando para eliminar las pruebas en animales y transitar hacia otros métodos de producción. ¿Qué iniciativas han impulsado para ello?
Creemos que Avon está en permanente diálogo con la sociedad. Buscamos contribuir para su desarrollo y también respondemos a los cambios para la construcción de un futuro más equilibrado y justo, desde el punto de vista económico, social y ambiental. Es así porque la agenda del desarrollo sustentable es una parte central de nuestro modelo de negocios. Además de ganancias económicas, tenemos el compromiso público de generar impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente y nos desafiamos a ser una empresa mejor en todo lo que hacemos.
Hace más de 30 años fuimos la primera compañía de cosméticos en iniciar el proceso para terminar las pruebas en animales y lleva décadas en el desarrollo de diferentes métodos para evaluar la calidad y seguridad de sus productos sin testear en animales. Desde 2019, por ejemplo, empezamos a usar el símbolo del conejo otorgado por el FRAME, tanto en los empaques de los productos como en las piezas de comunicación.
¿Crees que actualmente hay un mayor interés del público por consumir productos libres de crueldad animal?
El testeo animal en los productos cosméticos ha sido un tema que ha capturado cada vez más interés. La preocupación por quienes no se pueden defender ha generado una verdadera revolución y estilo de vida en torno a los productos Cruelty Free. Esta tendencia cada vez toma más fuerza entre los consumidores, quienes han generado un verdadero cambio en el mercado. De hecho, un tercio de las mujeres chilenas buscan productos libres de testeo animal.
Por otro lado, es importante mencionar que hay muchos mitos asociados al consumo de productos Cruelty Free. Estudios realizados al respecto señalan que, por ejemplo, más del 55% de las mujeres chilenas cree que existen pocos productos y variedad de maquillaje libre de testeo animal. Mientras que el 29% cree que tienen un alto costo.
¿Crees que este proceso de certificación con Leaping Bunny impulse a otras marcas a tomar caminos más conscientes con el medio ambiente?
Las necesidades de los consumidores de productos cada vez más conscientes con el medioambiente son claros. Es necesario que como marcas nos enfoquemos en obtener estos reconocimientos y que nuestros procesos sean cada vez más amigables con el entorno y que le demos las garantías a nuestros clientes de que seguimos protocolos y procesos que respaldan nuestros principios.
Es fundamental que este tipo de prácticas no se queden solo con nosotros, sino compartir la misma responsabilidad social con más marcas. El consumidor hoy en día se ha vuelto más exigente, el mundo va en esa dirección. Por lo que también estamos generando encuentros con entidades de gobierno, con otras empresas y asociaciones para involucrar a distintos actores en lo que creemos es un compromiso que debiésemos tener todos.
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