Pocas cosas resultan más tediosas que esos “pendientes” que debemos hacer con cierta periodicidad, pero que de una u otra forma nos las arreglamos para dejar para después. O porque no sabemos cómo, dónde ni cuándo, o simplemente porque el imparable cotidiano nos impide tomarnos un minuto, existe una buena lista de quehaceres que de alguna forma tendemos a evitar, más aún cuando estos tienen una carga todavía muy masculina. Qué duda cabe que los servicios ligados a la mantención de nuestros vehículos es uno de ellos. ¿Está dejando de ser éste un mundo en el que las mujeres no tienen presencia o interés? Algunas señales del mercado dan luces al respecto.
Siempre han existido ciertas tareas o quehaceres cotidianos catalogados como responsabilidades más masculinas que femeninas. Por desconocimiento o porque simplemente no se consideran de tanta relevancia, muchas mujeres evitan, posponen o incluso tratan de olvidar trámites ligados a materias que idiosincráticamente han sido más territorio de los hombres. Una de ellas es la mantención de los vehículos.
¿Se mantiene el poco interés de mujeres en este mundo motor, y sobre todo en el de la mantención de los vehículos? En LUB -Red premium de servicio cambio de aceite de Copec -reafirman que si bien día a día son mayoritariamente hombres quienes llegan a las estaciones a realizar los cambios de aceite de sus autos, hay algunas luces de cambio o al menos interés porque esta realidad cambie.
Donna García es una de las pocas concesionarias mujeres de Copec en Chile y supervisa la red de servicios LUB en Santiago. En entrevista con WT afirma que al analizar el tránsito en las estaciones de servicio es fácil observar que son muy pocas las mujeres que llegan a realizar cambios de aceite. Desde su perspectiva, esto ocurre por la prevalencia de estereotipos de género en nuestra sociedad, los que siguen vinculando el mundo mecánico como interés exclusivo de los hombres. “Yo siento que es importante que las mujeres efectivamente se hagan cargo de labores que por costumbre siempre tenían los hombres. Como si ellos tuvieran asignado tácitamente hacer el cambio de aceite, cuando en realidad podrías empoderarte y hacerlo tú misma”, comenta.
En tanto Carmen Gloria Valdés, supervisora de LUB Copec en Santiago, conoció hace algunos años a una mujer que en uno de los puntos de venta de Copec del norte del país se desempeñaba como lubricadora, es decir, ella misma trabajaba con los autos y hacía los cambios de aceite. En sus trece años de servicio como supervisora, Carmen Gloria señala que ella es la única mujer que ha conocido cumpliendo esa labor.
Ambos testimonios constatan que en la masculinizada industria automotriz -y sobre todo en la de los cuidados y mantención de vehículos- la presencia femenina no sólo suele ser escasa como fuente de trabajo, sino también en la presencia de clientes, pareciendo ser un mundo en el que las mujeres ni siquiera se atreven a entrar, preguntar o aprender.
Tanto Donna como Carmen Gloria creen que es importante plantear el desafío de acercar a las mujeres a este mundo y que tomen protagonismo en el cuidado de sus vehículos, partiendo por identificar los factores que las alejan de estos necesarios trámites cotidianos, que no sólo son relevantes para el funcionamiento del automóvil, sino también primordiales para mantener la seguridad diaria al conducir.
En esta búsqueda de respuestas identificaron que el factor conocimiento y confianza, en el sentido de no entender muchas veces lo que les venden o para qué sirve un producto u otro, son factores que inciden de manera directa a la hora de acercarse a una estación de servicio. Hoy, entonces, bajo el pilar fundamental de mostrarse como un servicio personalizado y confiable, la compañía cuenta con 66 puntos de venta de LUB Copec, lugares especializados en cambios de lubricante, filtro de aceite, aire, entre otros.
A partir de un agendamiento disponible en línea, las y los clientes pueden escoger el servicio que necesitan según el rendimiento de kilómetros: 5, 10, 12 o 15 mil. Luego de agendar de manera virtual sólo tienen que llegar a la estación en el día y hora definidas. En ese sentido, la practicidad que ofrece el agendamiento es lo que ambas trabajadoras destacan para que las mujeres se atrevan a llegar a los puntos de venta más confiadas y seguras.
En LUB los pilares fundamentales son la transparencia y la confiabilidad, explican Donna y Carmen Gloria. “Les mostramos a los clientes que es un servicio seguro y donde pueden resolver todas las inquietudes que tengan respecto a sus autos”. Bajo esa mirada es que actualmente invitan a las mujeres a tener más protagonismo en el cuidado de sus vehículos. “Por mi parte, yo también me acerco a ellas para que vean que hay mujeres en este rubro, que a veces es tan masculino, y quizás al ver a una mujer les va a generar más confianza. Yo creo que esa es la clave, y no dar por sentado que saben cosas, sino que explicarles y ayudarlas a resolver todas las dudas que tengan”, señala Donna García.
Si bien la industria automotriz sigue siendo indudablemente masculina, instalada en un entorno cultural y social donde el cuidado y la mantención de los vehículos suele recaer en los hombres, hoy esa realidad puede cambiar. Ello depende, según explican Carmen Gloria y Donna, de los esfuerzos institucionales y educacionales asociados al mundo motor que busquen desprenderse de los estereotipos de género que no permiten avanzar. Los vientos de cambios, al parecer, ya están arrancando motores.
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