El informe de ONU Mujeres y UNDESA “Progreso en los Objetivos de Desarrollo Sostenible: El Panorama de Género 2023” indica que para 2030 más de 340 millones de niñas y mujeres vivirán en pobreza extrema, es decir, aproximadamente el 8% de la población femenina mundial. Además, el documento señala que para ese año casi el 25% de las mujeres pasará hambre o deficiencia alimentaria.
A nivel mundial la pobreza está vulnerando especialmente a las mujeres, una realidad acuñada en los setenta como “feminización de la pobreza”. Este concepto, que es el resultado de investigaciones que han buscado tratar el fenómeno de la pobreza de forma multidimensional, explica que las mujeres, producto de determinadas variables sociales y culturales, tienen más probabilidad de experimentar pobreza que los hombres.
Que las mujeres sean más susceptibles a caer en situación de pobreza a nivel global, explican desde ONU Mujeres, responde a una serie de factores específicos. Entre ellos, la principal razón es la brecha salarial de género. De acuerdo con el informe “Progreso en los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Panorama de Género 2023” de Naciones Unidas, la brecha laboral y de ingresos sigue siendo considerablemente alta: Por cada dólar que ganan los hombres en ingresos laborales en el mundo, las mujeres reciben sólo 51 centavos. Por otro lado, el informe indica que sólo el 61,4% de las mujeres en edad laboral óptima se encuentran en el mercado laboral, en comparación con el 90% de los hombres que están en la misma situación.
Asimismo, otra de las razones que explican la feminización de la pobreza es la mayor cantidad de tiempo que las mujeres utilizan en trabajos domésticos y de cuidados no remunerados. Tal como sostiene la ONU, la próxima generación de mujeres seguirá dedicando una media de 2,3 horas diarias más que los hombres al trabajo no remunerado.
El acceso de las mujeres a la vivienda y a las finanzas es otra variable que explica la feminización de la pobreza. En algunos países, por ejemplo, para poder abrir una cuenta corriente, las mujeres tienen que pedirle permiso a su padre, marido o hermano. Por otro lado, según el Banco Mundial, en 41 países a nivel mundial las mujeres no tienen los mismos derechos sobre la herencia familiar que sus hermanos hombres.
Es importante considerar que la feminización de la pobreza no sólo se traduce en un bajo poder adquisitivo, sino que también repercute en el acceso a otros derechos humanos como la salud, agua y saneamiento, y educación. Para 2023, la ONU estima que 110 millones de niñas y mujeres no asistirán a la escuela a nivel mundial, por lo tanto, se trata de un círculo de la pobreza que impide que las mujeres puedan salir adelante con autonomía.
“La feminización de la pobreza, como una brecha de género más, se podrá frenar si se logra la igualdad al estar todo interconectado como decíamos anteriormente. Erradicar la pobreza económica que sufren las mujeres, -hablamos de más de la mitad de la población- es fundamental porque sin igualdad no hay desarrollo posible”, señaló ONU Mujeres en la presentación de su informe.
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