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Biblioteca Nacional celebra los 120 años de la revista Zig-Zag con inédita exposición

Una de las publicaciones más influyentes de la prensa chilena cumple 120 años y la Biblioteca Nacional lo conmemora con una exposición que recorre su historia, su impacto cultural y su legado editorial. “La gran revista chilena: 120 años de la revista Zig-Zag” se encuentra abierta desde mayo en la Galería de Cristal del recinto y podrá visitarse hasta principios de agosto.

Fundada en 1905 por Agustín Edwards Mac Clure, Zig-Zag marcó un antes y un después en el desarrollo del periodismo nacional. Fue la primera revista de carácter misceláneo producida en Hispanoamérica y rápidamente se convirtió en un éxito de ventas, con distribución en todo el continente. Con una propuesta que combinaba información, entretenimiento, literatura, ilustración y publicidad, la revista se transformó en un modelo de modernidad editorial para la época.

“La colección de Zig-Zag es una de las más consultadas en nuestra hemeroteca. Es una publicación que inspira y enseña, con una gran variedad de temas. Su rescate llega en un momento muy especial, finalizando el Mes del Libro y comenzando el Mes del Patrimonio”, señaló la directora de la Biblioteca Nacional, Soledad Abarca.

La muestra —curada por Claudio Aguilera, jefe del Archivo de Gráfica Chilena— reúne una selección de portadas, páginas interiores, ilustraciones originales, afiches y paneles que repasan la historia de la revista y su influencia en la prensa nacional. Incluye además una vitrina con ejemplares originales y un kiosco con facsímiles que evocan la experiencia de lectura de comienzos del siglo XX.

Zig-Zag no solo fue una vitrina de los grandes procesos sociales y políticos de su tiempo —desde las transformaciones estéticas hasta la modernización urbana—, sino también un verdadero laboratorio editorial. En sus páginas colaboraron importantes figuras de la literatura, el periodismo y las artes visuales, y su diseño e impresión alcanzaron estándares inéditos en la región, gracias a la visión de Edwards Mac Clure, quien unos años antes había fundado el El Mercurio de Santiago.

Con una circulación transversal —dirigida a hombres y mujeres, profesionales, estudiantes y dueñas de casa— y más de 3 mil ediciones publicadas hasta su cierre en 1964, Zig-Zag logró captar el espíritu de una época.