Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Buscando un planeta

POR: Eduardo Bendek, científico NASA.

Si quisiéramos describir qué es un expoplaneta podríamos decir que se trata de planetas que existen alrededor de otras estrellas. Cuando hablamos de este tipo de cuerpos nos centramos a un área de la ciencia completamente distinta, ya que se enfoca en entender cómo se pueden formar estos planetas -los que se encuentran a años luz de la Tierra, y si es que existen algunos similares al nuestro.

Esta búsqueda de un planeta que asemeje las condiciones de vida que conocemos se remonta ya hace más de 25 años, cuan- do con la tecnología de ese momento la ciencia pudo identifi- car la existencia de un exoplaneta en el universo. Hoy hemos descubierto más de 5 mil de estos planetas, pero la sensibilidad
de nuestros telescopios aún no nos permite detectar atmósferas similares a la Tierra. Medir por ejemplo si cuentan con oxíge- no, agua líquida y temperatura adecuada, entre otros elemen- tos, indispensables para la vida como la conocemos, y que nos posibilitarían eventualmente habitar como seres humanos.

Si bien las estadísticas indican que 1 de cada 2 estrellas podría tener un planeta similar al nuestro, existiendo millones de estrellas en la galaxia, la probabilidad de que exista vida en alguno de estos cuer- pos es altamente probable. Bajo esa premisa es que desde el mun- do científico hemos tratado de despejar este enigma por décadas.

Y ha sido en esa búsqueda en que la estrella más cercana a la tierra -denominada Alpha Centauri-, distante a 4,37 años luz de distancia, se ha identificado como el lugar donde existe una alta probabilidad de que exista un planeta con características similares al nuestro.

Dado que aún no contamos con la apropiada tecnología para poder viajar a lugares tan distantes, esta discusión podría parecer sólo una discusión académica con poco sustento en la práctica. Sin embargo,
entender el universo es lo que nos ha permitido como seres huma- nos comprender qué daños ha tenido la Tierra, qué rol jugamos en su cuidado, y la alta importancia que tiene que cada uno de noso- tros comprenda que este planeta es único y debemos cuidar de él.

La Tierra es literalmente una joya, un espécimen único e irre- petible. Se trata de nuestra casa y nuestras vidas dependen de este increíble lugar. Por eso tiene más sentido que nunca se- guir en la búsqueda de planetas y abrazar la posibilidad de encontrar vida en ellos. Y mientras desde la ciencia no en- contremos uno nuevo, el foco deberá estar en cuidar, con más vehemencia que nunca, el que actualmente habitamos.