POR: Alejandra Andueza Correa, académica Facultad de Filosofía y Humanidades UAH.
Hace ya varios meses que OPEN AI lanzó su aplicación chatGPT. Este chat tiene diversas capacidades, una de ellas, la de generar textos a partir de algunas indicaciones clave que el usuario introduce. Como especialista en escritura académica y profesora de didáctica de la producción textual, he probado con mucha curiosidad e interés esta aplicación. Sin duda me impresiona comprobar que genera textos con un buen nivel de coherencia y razonable precisión conceptual. Por esto, no sorprenden los debates que ha generado en el ámbito universitario: ¿qué sentido tiene evaluar aprendizajes mediante textos que, hoy por hoy, el chatGPT puede escribir en pocos segundos?
Si los profesores universitarios solicitamos a nuestros estudiantes escribir textos que solo exigen reproducir el conocimiento disciplinar con cierta coherencia, es posible que ya no tenga sentido. Pero si comprendemos que escribir en la universidad tiene como objetivo desarrollar habilidades complejas a lo largo de toda la trayectoria universitaria, la escritura cobra otro valor, ya que implica no solo comprender información y transmitirla, sino que poner en discusión posturas teóricas, contrastar investigaciones, analizar datos, aplicar conceptos y generar ideas, entre otros, y esto es algo que el chatGPT no puede hacer (al menos de momento).
A mi modo de ver, el chatGPT podría contribuir a acelerar un proceso que lleva varios años sucediendo en las instituciones de educación superior: transitar desde un aprendizaje centrado en conocimientos disciplinares a uno centrado en el desarrollo de habilidades de pensamiento propias de las disciplinas. En efecto, si los objetivos de la formación de pregrado son enseñar a los estudiantes a pensar y comunicarse como un miembro competente de la disciplina a la que está ingresando (sea esta Antropología, Pedagogía, Sociología, Letras o cualquier otra) y darles la tarea de escribir géneros académicos como ensayos, análisis de casos, discusiones bibliográficas y relatos históricos, pues, entonces, el chatGPT es uno de los medios más eficientes para lograrlo.
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