Desde pequeña tuvo una guía de lo que es posible alcanzar siendo mujer. Su madre, una mujer cubana que llegó a Estados Unidos sin hablar siquiera el idioma, le enseño que la educación es lo más importante. Eso la llevó a estudiar, trabajar y entrenar mucho. A lo largo de su vida Christine Kenna no tuvo el tema de género presente, hasta que llegó a México a dirigir una institución educativa y estuvo en mesas y reuniones donde era la única mujer.
Arribó a México en 2006 para trabajar en una institución educativa y al poco tiempo de tener a su segundo hijo decidió que quería emprender. Así es como Christine se unió a IGNIA en 2011 con el objetivo de impulsar empresas rentables y sostenibles con propósito, compañías que pudieran generar un cambio en la sociedad; y desde luego, impulsar a más mujeres a emprender y crecer en una industria donde aún son minoría, el venture capital.
Este 2023, la actual integrante del Consejo de Administración de Alsea y socia de IGNIA Venture Capital, conversó con WT México.
¿Afrontaste algún reto siendo mujer en el mundo del venture capital?
Para mí el ser mujer fue una gran ventaja y fortaleza. Por ser la única mujer, todos se acordaban de mí. Cuando yo hablaba, me escuchaban, y creo que, al ser extranjera, quizás me daban pase de ser mucho más directa. Como siempre he tenido la confianza de saber de dónde venía, que yo fui una mujer muy emergente, que tengo ideas que valen la pena escuchar, además en el mundo, en IGNIA me apoyaron mucho a desarrollar y tener la propia confianza en mis propias convicciones, ideas e inversiones. Lo más relevante es el trabajo, nuestras ideas, todo lo que podíamos construir y cómo estamos rompiendo barreras en todos los sentidos.
Soy socia del fondo de inversión IGNIA, uno de los primeros y más grandes fondos de venture capital que existen en México. Me dedico a invertir en emprendedores y emprendedoras, en ver que puedan crecer. Creamos el mundo más equitativo a través de la generación de nuevas empresas e industrias, nuevas tecnologías, ayudando a emprendedores que están trayendo servicios a la clase media emergente en Latinoamérica.
¿Hacen falta mujeres en venture capital?
El mundo de venture capital es la industria con menos participación de mujeres en todo el ecosistema emprendedor, menos del 2 por ciento de las personas que toman decisiones son mujeres en el mundo de venture capital en México. Me buscaron de varios fondos para que entraran más mujeres al ecosistema, porque no sabían cómo lograrlo y cómo ayudarles. Me encontré con que teníamos que formar a las mujeres desde cero para que realmente hagan una carrera en la industria.
A raíz de esto creé también un grupo llamado Mujeres Invirtiendo, con un grupo de mujeres inversionistas que nos juntábamos para hablar de cómo podríamos apoyarnos una a la otra, para compartir nuestras propias redes, experiencias y ayudarnos a ser mejores. Ese grupo hoy en día tiene como casi 300 mujeres trabajando como inversionistas. En este grupo buscamos capacitar a las mujeres que van entrando en este mundo, ayudarnos en la red de mujeres inversionistas con mejores prácticas, e intentar medir y tener estadísticas reales para poder ver los cambios, porque cuando empezamos en México no había ninguna métrica en ningún lado, tuvimos que empezar a medir todo.
¿Cómo llegas a convertirte en Consejera Independiente de Alsea?
Entré a Alsea por la experiencia que tengo levantando empresas, y como consejera en varias empresas. Cuando me invitaron, no lo dudé y tomé la oferta porque es una enorme empresa, y poder trabajar con este grupo de empresarios es un lujo.
Entrar al consejo de Alsea fue una decisión familiar, lo consulté con mis hijos y les expliqué que este nuevo rol me retaría tiempo, implicaba viajes, porque yo misma soy un role model para mi hija de nueve años y mis hijos. Se pusieron felices porque su mamá iba a trabajar con todas las marcas que ellos aman como Starbucks y Domino’s. Al tener el apoyo de mis hijos y mi esposo, hacer algo que les llena de orgullo, que tenga una mujer en casa que trabaja y está logrando cosas, me da el aliento que necesito para nunca sentirme culpable de no estar, porque estoy haciendo algo que realmente vale la pena y estoy formando también la vida para ellos y lo que hagan en este mundo.
¿Qué consejos les darías a las mujeres?
Tenemos que formar nuestra propia tribu de apoyo, con gente que nos conoce porque este camino nunca se camina sola. Es súper importante encontrar estas amigas, colegas, jefes, mentoras que nos puedan acompañar, que puedan estar con nosotros en los mejores y peores momentos y realmente ayudarnos durante cada uno de ellos. Para mí, esas amigas han sido claves en cada momento de mi vida porque nunca me siento sola.
El siguiente suena muy fácil decirlo, pero muy difícil hacerlo, pero tenemos que empezar a no tratar de ser siempre perfeccionistas, y no tener miedo al fracaso. Yo tardé demasiado tiempo de mi vida tratando de hacer todo correctamente bien y tratando de cumplir las expectativas de los demás, y era realmente así hasta que pude darme cuenta de lo más importante es formar mis propias opiniones y confiar en mi propio juicio, mi propia voz, a pesar de que sea una decisión totalmente contraria a los demás, tener la confianza en mí misma para poder fracasar, y darme cuenta de que está bien. Creo que las mujeres tenemos esa tendencia de querer siempre aparentar ser perfectas, que puedes hacer todo, pero es súper importante darnos cuenta de que hay momentos para cada cosa.
Y el último es perder el miedo al fracaso, dejar de hablar todo el tiempo de lo bien que hacemos las cosas, y más bien empezar a hablar mucho más de nuestros propios fracasos y los retos reales a los que nos afrontamos en la vida real, enseñarle al mundo que somos personas, mamás, que fracasamos.
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