POR: Milenka Klaric, Fundadora Agencia MK Comunica y Directora de Comunicaciones WEF Chile.
Aunque hemos avanzado en los últimos cinco años, aún estamos al debe en participación femenina en emprendimiento e innovación. Según datos de CORFO, pasamos de 21% a 32% de empresas lideradas por mujeres y, específicamente en innovación, de 33% a 51%. Estos números podrían deberse, en parte, al impacto de la implementación de programas específicos para apoyar emprendimientos e innovación en las mujeres desde el organismo estatal.
Hace algunas semanas lideré un Demo Pitch de empresas lideradas por mujeres en el Women Open Innovation y la experiencia fue atómica. La calidad de las startups que llegaron a la pre selección fue excelente, lo que se tradujo en presentaciones en el escenario de alto valor y de rubros muy variados.
La innovación se presentó de diferentes formas. Desde una plataforma que enseña y potencia el uso de tecnología educativa para los colegios a través de Pedagogía Digital Chile; una escuela online dedicada a mujeres que buscan llegar a cargos de poder con Francisca Vargas. Un “slow wine” hecho en la Cordillera de Los Andes con la mínima intervención posible y a escala humana con Vino la Joda, hasta Alara, una joya inteligente que al presionarla envía alertas con tu ubicación en tiempo real a tus contactos de emergencia y tiene un diseño que lo hace una verdadera pieza de joyería que pretende revolucionar el mercado local.
Suenan increíbles, pero, ¿detrás de estas buenas ideas hay buenos negocios? La respuesta es sí. Apostar por el emprendimiento femenino rinde frutos. Y no lo digo yo, sino que las cifras lo avalan. Recientes estudios de Corfo demuestran que particularmente en sectores como industria, salud y otros relacionados, las mujeres obtienen mejores resultados. Es decir, que por cada peso invertido mediante impuestos estatales, los hombres generan un retorno de 1.5 veces, mientras que las mujeres logran un impresionante retorno de cinco veces. Por lo tanto, invertir en empresas lideradas por mujeres no sólo es un tema de justicia y equidad, es un ejercicio que genera mejor rentabilidad.
En contraposición a esta buena noticia, un golpe de realidad. Según la asociación internacional Women Tech, sólo 7% del dinero que invierten los fondos de Venture Capital llegan a empresas donde una mujer es fundadora y ese porcentaje baja a 3% cuando la CEO es mujer. ¿Qué pasa entonces? En un Chile donde 8 de cada 10 hogares monoparentales son liderados por mujeres, las cosas deberían cambiar. Sin duda, estamos en medio de un cambio de paradigma social y también un cambio en nosotras mismas. Más allá de las políticas públicas, es importante apoyar a las líderes, visibilizar sus logos, darles voz compartiendo información sobre lo que están haciendo, sus negocios, seminarios, charlas. Seamos nosotras mismas las que “le demos color” a nuestras compañeras. Pues si avanzan una, avanzamos todas.
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