Tres chilenas de alma aventurera rompen el mito de que la adrenalina y las emociones fuertes son exclusivas de los hombres. Arriba de una bicicleta, de un par de skis o un skate, las tres vienen sobrepasando sus límites y dejando en alto el nombre de Chile alrededor del mundo.
El cliché de que las mujeres no están hechas para una buena dosis de adrenalina está quedando cada vez más atrás. A pesar de que todavía existe una diferencia con los hombres (un 25,8% de las mujeres se reconocen “activas”, contra un 45,3% de hombres, según cifras del Ministerio del Deporte), muchas exponentes han venido acortando las brechas de género en el deporte y más aún en los deportes extremos.
Los deportes extremos son entendidos como aquellos queofrecen un elevado grado de peligro y riesgo, además de adrenalina, pero si se los realiza a conciencia y con los cuidados que merecen, no hay mucho que temer. Su práctica mejora el físico, tonifica los músculos y tiene positivas consecuencias en lo psicológico, ya que ayudan a superar los límites y los miedos.
Macarena Pérez, ciclista de BMX
Para Macarena (24), el ciclismo empezó como un hobby. A los 11 años recibió su primera bicicleta como regalo de sus padres y desde ahí comenzó a practicar, junto a su hermano, en el Signal Park del Parque Araucano, donde se enamoró de los saltos y deslizadas. Al terminar el colegio decidió dedicarse al BMX y viajó a Estados Unidos para perfeccionarse, donde entrena diariamente con infraestructura de primer nivel. Hizo historia en 2019 al sacar medalla de plata en el mundial de BMX Freestyle, en China, y luego clasificando a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde obtuvo el octavo lugar. Es además medallista de plata de los Juegos Panamericanos junto al Team Chile y recientemente se sumó a una camapaña mundial sobre el cuidado de la salud mental en los deportistas.
Josefina Tapia, skater
En los Juegos Olímpicos del año pasado, Josefina Tapia, con apenas 19 años, se convirtió en la primera skater en la historia del país en participar en unos JJ.OO. Es la menor de tres hermanos y la única mujer. Creció en Cachagua y viene de una familia deportista: su madre es Alejandra Varas, una pionera del surf, y su papá fue Isaac “Icha” Tapia, otro de los pioneros de este deporte en Chile. Josefina patinó por primera vez a los 8 años y nunca más se bajó, por lo que su mamá le construyó una rampa de skate en su casa y ahí empezó a competir, tanto en Chile como en el exterior. Ganó medalla de oro en un Panamericano de Skateboarding en Perú y hace algunas semanas fue campeona en el Bowl in Connection en Argentina. Actualmente se prepara para su próximo gran objetivo, los Panamericanos de Santiago del próximo año, por lo que se entrena cinco días a la semana y planea viajar pronto a Brasil para mejorar su entrenamiento.
Dominique Ohaco, esquiadora freestyle
Dominique Ohaco nació en Santiago en diciembre de 1995, en el seno de una familia de deportistas. Su madre, Piroska Gallyas, fue reserva del equipo chileno de vela en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, mientras que su padre Jean Paul y su tía materna fueron tenistas profesionales. Germaine Ohaco es aún hoy la última chilena en disputar el cuadro final de un Grand Slam. Pero Dominique siguió los pasos de su abuela, una esquiadora senior y aprendió muy pronto a esquiar. A los 13 años se apuntó para probarse en el equipo de ski acrobático y más tarde se unió al Team Chile para representar al país. Y lo ha hecho marcando un récord. En enero de este año, participó en sus terceros Juegos Olímpicos de invierno, una marca que nadie había conseguido en la disciplina, donde además fue la abanderada nacional en la ceremonia de inauguración.
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