El regreso de Lynne Ramsay a la dirección se presentó en Cannes con una historia centrada en el colapso emocional de una mujer tras ser madre, protagonizada por Jennifer Lawrence y Robert Pattinson. Más allá de las escenas intensas que algunos críticos han destacado positiva o negativamente, la película aborda un tema poco tratado: la maternidad como una experiencia ambivalente, solitaria y en ocasiones difícil.
La maternidad puede ser tan luminosa como devastadora. Y es precisamente esa contradicción la que aborda Die, My Love, la más reciente película de la directora escocesa Lynne Ramsay (Tenemos que hablar de Kevin), presentada en el Festival de Cannes 2025. Con Jennifer Lawrence en uno de sus papeles más intensos hasta la fecha, el filme adapta libremente la novela homónima de Ariana Harwicz y se sumerge en el dolor psíquico y la soledad que puede habitar en el cuerpo de una madre reciente.
Lejos de la postal idílica que suele acompañar los relatos de la crianza, Die, My Love retrata el colapso emocional de Grace (Lawrence), una joven escritora que se muda al campo junto a su pareja Jackson (Robert Pattinson) para criar a su hijo. Lo que parece una decisión de vida consciente y romántica se transforma, poco a poco, en un espiral de aislamiento, disociación y angustia.
Uno de los aspectos más punzantes del filme es cómo se narra la pérdida de identidad de Grace (Jennifer Lawrence): aquella escritora que ansiaba publicar su primera novela termina confinada en una granja, con un hijo en brazos, un perro que ladra sin cesar, y un compañero emocionalmente ausente. Por otro lado, también pone el foco en la relación de pareja y cómo la maternidad trastoca los vínculos amorosos y muchas veces evidencia grietas preexistentes.
¿Oscar para Lawrence?
A pesar de las críticas a la película —algunos la consideran excesiva, incoherente o carente de profundidad narrativa—, el trabajo de Lawrence se perfila como uno de los más comentados de la temporada. Cuando tenía sólo 21 años, la actriz ganó un Oscar en 2013 y podría estar en carrera nuevamente si la campaña de premios logra capitalizar su regreso a los papeles más osados.
Si bien, tal como la crítica especializada ha señalado, el guion presenta ciertos desniveles narrativos, la película introduce en la agenda un tema poco abordado: la salud mental en la maternidad, las transformaciones emocionales del puerperio y la necesidad de visibilizar experiencias que se alejan de los relatos idealizados en torno a esta etapa.