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Ejercicio durante el embarazo: una herramienta clave para prevenir la depresión postparto

La práctica regular de actividad física en la gestación mejora el bienestar físico y emocional de las futuras madres, y podría reducir significativamente los síntomas depresivos tras el parto, de acuerdo con estudios recientes.

En Chile, la depresión postparto es un problema de salud pública que afecta a una de cada cinco mujeres. Las cifras son claras: se estima una incidencia entre el 8,8% y el 9,2%, y una prevalencia puntual que puede llegar hasta el 36,7% a los dos meses del nacimiento. Pero, ¿es posible prevenir esta condición desde el embarazo? Diversas investigaciones apuntan a que sí, y el ejercicio físico sería una de las claves.

Estudios publicados en revistas especializadas como Journal of Affective Disorders y BMC Pregnancy and Childbirth han demostrado que las mujeres que se ejercitan de forma regular durante el embarazo presentan una menor incidencia de síntomas depresivos tras dar a luz.

“La actividad física influye positivamente en la secreción de neurotransmisores como la dopamina, serotonina y endorfinas, que están directamente relacionados con los estados de ánimo y la sensación de bienestar”, explica Constanza Szalay, directora de Mamá Activa, programa dedicado a promover el movimiento consciente en embarazadas.

“La actividad física influye positivamente en la secreción de neurotransmisores como la dopamina, serotonina y endorfinas, que están directamente relacionados con los estados de ánimo y la sensación de bienestar”, explica Constanza Szalay, directora de Mamá Activa.

Además del efecto emocional, el ejercicio contribuye a regular los niveles de cortisol —conocido como la hormona del estrés—, cuya elevación sostenida puede afectar negativamente el ánimo, el peso corporal y la calidad del sueño. También fortalece la autoestima, mejora la percepción del cuerpo y activa proteínas beneficiosas como el factor neurotrófico derivado del cerebro, vinculado a una mejor salud mental.

¿Cómo moverse durante el embarazo?

Desde Mamá Activa, entregan una serie de recomendaciones para que las mujeres gestantes puedan incorporar el ejercicio de forma segura:

  1. 150 minutos semanales de actividad física moderada es lo mínimo recomendado, siempre que no existan contraindicaciones médicas. La clave es que el esfuerzo permita mantener una conversación sin dificultad.

  2. Movimiento diario: comenzar con ejercicios básicos y avanzar gradualmente hacia rutinas más complejas, respetando los cambios musculoesqueléticos de cada etapa.

  3. Fortalecer la zona media: en el primer trimestre es fundamental trabajar posturas y musculatura central para enfrentar las mayores transformaciones físicas a partir de la semana 20. El entrenamiento de fuerza y aeróbico también ayuda a prevenir diabetes gestacional y síndromes hipertensivos.

  4. Sesiones de hasta 60 minutos: si se desea entrenar por más tiempo, es esencial acompañarlo de asesoría nutricional para asegurar una correcta ingesta de nutrientes antes, durante y después del ejercicio, resguardando así la salud de la madre y del feto.

Lejos de ser una contraindicación, el embarazo es una oportunidad para conectar con el cuerpo y la salud mental. Convertir el ejercicio en un hábito no solo mejora la experiencia del embarazo, sino que puede convertirse en una poderosa herramienta para afrontar el posparto con mayor bienestar físico y emocional.