Si bien no se trata de una enfermedad como tal, el dolor menstrual fácilmente puede ser una causa de ausentismo laboral y automedicación, lo que ha llevado a expertos alrededor del mundo a buscar las soluciones más efectivas para tratarlo.
El dolor menstrual o dismenorrea primaria -palabra que procede del griego antiguo y significa menstruación dolorosa- afecta a entre el 25% y 60% de las mujeres y se define como el dolor abdominal y/o pélvico que se manifiesta antes o durante la menstruación.
Pese a que la dismenorrea no se considera una enfermedad, sí se trata de un trastorno que se debe considerar con cierta relevancia, ya que fácilmente puede ser una causa de ausentismo laboral, automedicación e incluso consulta médica.
De hecho, una reciente encuesta de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) indicó que el 40% de las mujeres tiene dificultades para hacer una vida normal debido al dolor y sangrado de la menstruación. Por otro lado, casi la mitad (el 46,3%) entre los 15 y los 49 años necesita acudir a medicación todos los meses para poder lidiar con el dolor.
Por otro lado, aunque la dismenorrea es un síntoma común durante el periodo, también podría ser una señal de una enfermedad subyacente, como la endometriosis. Esta afección ocurre cuando un tejido similar al revestimiento del útero crece fuera de este, lo que puede provocar dolor pélvico intenso y dificultar el logro de un embarazo.
Según la OMS, la endometriosis afecta aproximadamente a 190 millones de mujeres y niñas en edad reproductiva en todo el mundo y, aunque se considera una enfermedad benigna, puede ser altamente discapacitante y sumamente prevalente.
Las soluciones que entrega el mercado
Actualmente, los medicamentos disponibles para tratar el dolor menstrual son los típicos:Naproxeno, Ibuprofeno, Diclofenaco, Ketoprofeno y Aspirina. Sin embargo, no todos tienen la misma efectividad.
Según un estudio publicado por la Pontificia Universidad Católica de Chile, que compara la eficacia de los últimos cinco fármacos, el Diclofenaco fue el mejor calificado, pero el que tiene menor resultado de seguridad, mientras que el Ketoprofeno y el Ibuprofeno resultaron ser los más seguros.
Así, los autores de la casa de estudios concluyeron que el uso de Ibuprofeno sería la mejor opción, debido a que es el fármaco que ocupa el segundo lugar en eficacia y seguridad respecto a los otros antiinflamatorios de venta libre.
Aun así, muchas veces un Ibuprofeno no es suficiente para aquellas personas que sufren de endometriosis. Sin embargo, España trae buenas noticias. Desde el pasado mes de septiembre ya está disponible en el país el primer medicamento oral específico para la endometriosis. Se trata de Ryeqo, de la multinacional húngara Gedeon Richter, un medicamente que además se utiliza hace más de un año para el tratamiento de los miomas uterinos.
La seguridad del medicamento se evaluó en 1.200 mujeres premenopaúsicas en el programa Spirit, compuesto por dos ensayos clínicos de fase III y un estudio de extensión de hasta dos años. Los resultados fueron positivos: los datos a dos años no evidenciaron un incremento del riesgo de efectos graves, por lo que el medicamento podría llegar a ser la nueva solución que tantas mujeres han esperado.
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