El SERNAC realizó el primer estudio de gestión menstrual enfocado en la población femenina más vulnerable del país: Mujeres privadas de libertad, en situación de calle y habitantes de campamentos, concluyendo que el acceso a productos de higiene menstrual no está garantizado. De acuerdo a las cifras del documento, sólo un 48% de las mujeres privadas de libertad y un 37% en situación de calle declaran tener acceso a productos para todos los días que necesitan.
El objetivo de este primer estudio de gestión menstrual es conocer cómo la población hipervulnerable – en específico las mujeres privadas de libertad, en situación de calle y que viven en campamentos – gestionan su ciclo menstrual, con el fin de entregar información que sirva para elaborar políticas públicas que hagan frente a esta problemática social.
De acuerdo a la UNICEF, la gestión menstrual se define como el “uso de materiales limpios de manejo menstrual por parte de mujeres y adolescentes para absorber o recoger la sangre menstrual, que se pueden cambiar en privado tantas veces como sea necesario durante la menstruación, usando jabón y agua para lavar el cuerpo según sea necesario, y teniendo acceso a instalaciones para desechar los materiales usados de manejo menstrual. Ellas comprenden los elementos básicos relacionados con el ciclo menstrual y cómo manejarlo con dignidad y sin molestias o miedo”.
Los datos arrojados por el estudio del SERNAC concluyen que las mujeres de la población carcelaria, de campamentos y en situación de calle no tienen garantizado el acceso a productos de gestión menstrual para cada día que los necesitan. Por un lado, sólo el 48% de las internas indican tener acceso a los productos para todos los días que los requieren, un 38% en algunas ocasiones y un 7% señala que no tienen acceso.
Un porcentaje mayoritario de internas (81%) señala tener acceso a agua potable para lavarse durante su ciclo menstrual, y sólo el 16% indica tener agua caliente. En relación al acceso de los productos, el 41% de las mujeres privadas de libertad los consiguen por medio de visitas, un 26% los compran en almacenes dentro del recinto y un 22% los obtienen a partir del intercambio.
Respecto a las personas en situación de calle, el estudio concluye que el 37% de las mujeres encuestadas declaran tener acceso permanente a los productos de gestión menstrual, mientras que un 50% los obtiene ocasionalmente y un 13% señala que no cuenta con ellos durante su ciclo menstrual, siendo común tener que recurrir a productos que no fueron diseñados para la menstruación, como paños de género, mascarillas, pañales y ropa.
El 83% de las mujeres que vive en campamentos señala que cuentan con productos de gestión menstrual para todos los días que los necesitan, mientras que un 81% declara tener acceso a un baño privado y sólo un 57% indica tener acceso permanente a agua potable.
Pensando en visibilizar la falta de acceso a productos menstruales especialmente en mujeres que viven en situación de vulnerabilidad, desde SERNAC sostienen: “Gracias a los esfuerzos de distintas organizaciones, fundaciones, y colectivos feministas, es que el tema se ha ido posicionado como tema de interés que debe ser discutido, y que tiene directa relación con el género, la educación pública, la salud pública, la infancia, y la perpetuación de la pobreza, sobre todo la pobreza femenina. Si bien en Chile se está trabajando actualmente en un proyecto de Ley que garantice el acceso a productos de higiene menstrual, no se explicita a los grupos vulnerables como principales beneficiarios, como si lo hacen otros países”.
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