La pintora chilena Dana Pink recuerda la sensación que tuvo al momento de darle vida y color por primera vez a las murallas callejeras por las que transitaba. Lo que empezó como un especie de instinto motivado por su amor al arte, hoy le ha permitido llegar al Museo a Cielo Abierto de San Miguel en asociación con Falabella.
Este año, la pintora fue invitada a realizar un mural en el colegio José Ignacio Zenteno de Maipú como parte del Programa Haciendo Escuela de Falabella, una iniciativa de inversión social que busca apoyar de forma integral a los alumnos y comunidades de establecimientos educacionales a lo largo del país.
“Trabajar en este proyecto de murales para Chile es algo muy significativo, tanto a nivel personal y como artista, ya que una de las cosas que más amo es la pedagogía y agradezco poder compartirla en este espacio con la pintura, y además, en una escuela que nos acogió con mucho cariño”, señala la artista.
Dana Pink estudió arte y gestión cultural, y pedagogía en educación parvularia. En conversación con Woman Times, señala la importancia que tiene la presencia de las mujeres dentro de su obra. “Mi estilo es súper femenino, uso mucho rosado, personajes coloridos.”
Para la artista, las figuras de sus murales representan la diversidad de la experiencia femenina, plasmada en retratos coloridos donde cada mujer es diferente. “Muchas veces son autorretratos que hago inconscientemente, otras veces inspirados en todo a lo que a la mujer se refiere, como en su esencia. Somos increíblemente maravillosas y me gusta mostrar lo poderosas que podemos ser, ya sea con un personaje o con un patchwork lleno de texturas.”
El mural que realizó en el colegio José Ignacio Zenteno de Maipú lo llamó Gratitud y responde, para la artista, más que a una identidad en particular, al simple hecho de agradecer.
“Yo personalmente me sentí muy agradecida de ser escogida para realizar esta obra y sentí que la comunidad de la escuela también quería plasmar muchas cosas que ‘agradecen’ tener, como la diversidad, la inclusión, el respeto o el simple hecho de tener su escuela, de poder estudiar, o en el caso de las docentes, de educar con amor”, comenta la pintora.
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