POR: Michelle Adam, meteorológa.

¿Has escuchado alguna vez a alguien decir “el clima de hoy estará nublado”? Seguro que sí. Es más, probablemente lo hayas dicho tú también, y no es tu culpa. Es algo que se repite a diario en medios de comunicación, en conversaciones cotidianas e incluso en redes sociales. Pero, ¿es correcto decirlo así?

Vamos por partes.

Cuando hablamos de “tiempo”, nos referimos a las condiciones atmosféricas que están ocurriendo en este momento o que ocurrirán en los próximos días. Por ejemplo: si hoy estará soleado, nublado o lloverá, estamos hablando del tiempo. Se basa en parámetros como la temperatura, la humedad, el viento y la presión atmosférica.

En cambio, cuando hablamos de “clima”, nos referimos a un promedio del tiempo en un lugar determinado durante 30 años o más. Es decir, tomamos registros históricos y, a partir de eso, clasificamos el clima de un lugar como desértico, templado, lluvioso, entre otros.

“El tiempo puede cambiar en horas. Basta que llegue un sistema frontal o una vaguada para que pasemos de sol a lluvia en un mismo día. Pero para que cambie el clima, deben existir variaciones significativas y sostenidas de temperatura, humedad o precipitación a lo largo de muchos años.”

Entonces, cuando alguien dice “el clima de hoy”, en realidad debería decir “el tiempo de hoy”. No es sólo una cuestión de palabras. Entender la diferencia es importante, sobre todo hoy, cuando escuchamos cada vez con más frecuencia que “el clima está cambiando”.

Y aquí viene la pregunta clave: ¿qué ha cambiado realmente… el tiempo o el clima?

El tiempo puede cambiar en horas. Basta que llegue un sistema frontal o una vaguada para que pasemos de sol a lluvia en un mismo día. Pero para que cambie el clima, deben existir variaciones significativas y sostenidas de temperatura, humedad o precipitación a lo largo de muchos años. Y eso es justamente lo que está ocurriendo en nuestro planeta.

El clima sí está cambiando. En las últimas décadas, hemos sido testigos de fenómenos extremos cada vez más frecuentes: olas de calor, tormentas intensas, sequías prolongadas o lluvias torrenciales en lugares donde antes no eran habituales. Todo esto tiene que ver con el aumento de la temperatura global y con una atmósfera cada vez más inestable.

¿Y por qué importa esto? Porque el cambio climático no es algo que ocurre allá lejos, en otros países. Lo estamos viviendo aquí, en Chile. Y lo notamos porque tenemos un país con una gran diversidad de climas: desde el desierto en el norte hasta el clima polar en el extremo sur. Esa diversidad nos hace más sensibles a los cambios, y por eso es tan importante entender bien de qué estamos hablando.

Así que la próxima vez que escuches a alguien decir “el clima de hoy”, ya sabes que en realidad se refiere al tiempo. Y si alguien te pregunta si el clima ha cambiado, puedes responder con total claridad: sí, el clima está cambiando. Y sus efectos están cada vez más cerca de nuestra vida cotidiana.