Hizo historia hace unos días al ser la primera mujer en realizar un salto cuádruple en los la competencia. Hoy, en cambio, el Comité Olímpico ha decidido cancelar toda entrega de medallas en la que esté la rusa.
Kamila Valieva, la joven patinadora rusa de 15 años, ha pasado de la gloria al infierno en sólo unos días en estos Juegos Olímpicos de Invierno que se disputan en Beijing. Si hace sólo días cubría las portadas deportivas con su histórico salto cuádruple (la primera mujer en aterrizarlo en unos JJ.OO), hoy es víctima de un escándalo que ya se torna diplomático.
Desde que hizo su debut en octubre pasado, la joven ha establecido una serie de récords mundiales de puntuación con rutinas muy técnicas pero también estéticamente impecables. Pero en diciembre, en una competencia previa a los Juegos, Valieva dio positivo por trimetazidina, que se usa para la prevención de ataques de angina, y que se ha demostrado que mejora la eficiencia física.
El problema es que esto se destapó en mitad de la competencia y se levantó la polémica: el Comité Olímpico Internacional (COI) y las agencias antidopajes pedían sancionarla y quitarle sus medallas obtenidas hasta ahora. Pero el Comité Olímpico Ruso, la agencia rusa antidopaje y la propia Kamila pedían clemencia. El Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) tendría la última palabra y fue que la joven siguiera en competencia. “El comité consideró que impedir que la deportista compitiera en los Juegos Olímpicos le causaría un daño irreparable en estas circunstancias”, dijeron. La respuesta del COI fue que no celebrará ninguna entrega de medallas donde esté Kamila.
“Kamila Valieva es una niña y una niña prodigio, cuyas actuaciones extremadamente difíciles y su gracia encantaron al mundo entero, y tiene tan sólo 15 años. Una menor, que depende de los adultos y no tiene la culpa aquí”, escribió la doble campeona olímpica Katarina Witt en su Facebook. “Es una pena y los adultos responsables deberían ser excluidos del deporte para siempre”. Cabe destacar que para Tokio 2020 y Beijing 2022, a los rusos sólo se les permitió competir bajo la bandera del Comité Olímpico Ruso y si es que además podían comprobar que no estaban salpicados por el escándalo de dopaje que llevó a que el país fuera expulsado de todos los eventos deportivos internacionales. Esto, luego de que una investigación revelara que el país había operado un programa masivo de dopaje patrocinado por el Estado.
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