POR: Diana Ewing, Vicepresidenta Asociación Chilena de Desalinización (ACADES) y Business Development Manager de ENGIE Chile.
El agua es el elemento básico para la vida. Está presente en absolutamente todo lo que hacemos desde los aspectos sanitarios más básicos, pasando por todas las industrias como las de los alimentos, la energía, la manufactura, la minería y muchas más.
Juntas, el agua y la energía son insumos estratégicos y motor de desarrollo para una sociedad sostenible ante los nuevos desafíos que nos impone la adaptación al cambio climático.
En esta nueva industria verde y sostenible, que se aborda a través de la desalinización y el reúso, las energías renovables, el hidrógeno y amoniaco verde, tenemos el camino hacia la transición consciente de la importancia del medio ambiente y las comunidades, para poder desarrollarnos hoy, pero también mañana, pensando en las nuevas generaciones.
Este esfuerzo hacia una nueva industria verde y sostenible es un camino que no deben hacer los privados en solitario con sus proyectos. Para que pueda concretarse en acciones debe ser acompañado por la sociedad, donde las autoridades promuevan leyes, normas y guías; donde además haya una correcta fiscalización; y donde la inversión, las comunidades y el medio ambiente sean el foco central en la regulación, la protección y la certeza jurídica.
A su vez, la academia y la ciencia se integran con el medio y las problemáticas de la sociedad, promoviendo la innovación, la investigación y la objetividad, sin sesgos en los estudios. Y luego, con esta información, se divulga a la sociedad para evitar mitos y falsas creencias que obstaculicen el desarrollo.
Aquí la información y su forma de difusión cumplen un importante rol para que la comunidad pueda participar de manera activa, objetiva e informada sobre los proyectos, de tal manera que se recojan las inquietudes de todas las partes interesadas con altura de miras.
Hay mucho camino que recorrer para la industria del agua y la energía, pero si trabajamos colaborativamente, bien informados y con un objetivo común de largo plazo, podemos generar acciones de manera ágil para adaptarnos a este nuevo escenario climático mundial.
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