Un nuevo giro en la concientización del cuidado del medio ambiente es uno de los objetivos que busca la comunidad científica internacional y que busca explicar a la población cuáles son los efectos que la contaminación tiene directamente en la salud de las personas.
Para graficar las consecuencias de la polución en la población femenina, la Universidad del Sur de California y la Escuela de Medicina de Harvard estudiaron a 998 mujeres de 73 a 87 años, a quienes sometieron a una serie de pruebas exámenes de laboratorio, pruebas cognitivas y resonancias magnéticas.
Tras el análisis de los datos, los científicos lograron determinar que las mujeres que estuvieron expuestas a mayores concentraciones de contaminación del aire en los tres años anteriores presentan una mayor dificultad para el aprendizaje de una lista de palabras, al tiempo que manifiestan más atrofia en aquellas áreas del cerebro que normalmente se encogen a causa del Alzheimer.
El estudio va en sintonía de anteriores investigaciones que demostraron que la exposición tardía a la contaminación del aire exterior es un factor de riesgo de demencia. Uno de los más importantes es el publicado, recientemente, por la doctora norteamericana Diana Younan en la revista ‘PLOS Medicine.
Por más de 20 años, un equipo liderado por Younan siguió a más de 2.200 mujeres, a las que se les aplicaban continuas pruebas cognitivas, al tiempo que se analizaba la calidad el aire que respiraban en sus distintos barrios. A lo largo de las pruebas estadísticas, se determinó que una mejora de la calidad del aire puede favorecer un envejecimiento cerebral más saludable en las mujeres mayores, dado que disminuye el ritmo del deterioro cognitivo en mujeres mayores de todas las edades, sin distinciones de niveles de educación, regiones geográficas de residencia o antecedentes cardiovasculares.
Desde los griegos, la calidad del aire es sinónimo de salud, lo que confirma otra muestra publicada por la revista Proceedings of the National Academy of Science, de acuerdo a la cual un ambiente libre de contaminación es fundamental para la salud de los órganos. Reduce de manera significativa, el riesgo de padecer enfermedades respiratorias, y de sufrir un ACV (accidente cerebro vascular), una de las patologías que actualmente es la tercera causa de muerte en el universo femenino mundial.
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