Últimas investigaciones instan a los médicos a recomendar el uso de vibradores como una manera de mejorar la condición del suelo pélvico, reducir el dolor vulvar y, en definitiva, mejorar la salud sexual de las mujeres.
Durante mucho tiempo, la sexualidad femenina ha sido ocultada, avergonzada y considerada un tabú en gran parte del mundo, pero esas ideas se están quedando cada vez más atrás. Nuevos estudios confirman que el uso de vibradores o juguetes sexuales tiene un impacto positivo en la salud física y mental de las mujeres.
Un equipo de investigadores dirigido por Alexandra Dubinskaya, del Centro Médico Cedar-Sinai en Estados Unidos, considerado uno de los más importantes del mundo, ha estudiado por años los beneficios médicos que muestran las mujeres que utilizan vibradores y otros elementos similares. Los resultados de la investigación han sido tan contundentes que en dicha institución decidieron emitir un comunicado en el que se recomienda a los profesionales de la salud promover su utilización.
De acuerdo al estudio publicado en The Journal of Urology, presenta una serie de evidencias de los beneficios que entrega el uso regular de vibradores, las que van desde el desarrollo de la fuerza muscular del piso pélvico hasta la prevención de los problemas de incontinencia que suelen aparecer tras la menopausia. Además, sostiene la publicación, el uso de los artículos relacionados a la búsqueda del placer reducen el dolor vulvar, una dolencia de la que muy pocos hablan, a pesar de ser muy común.
Según los investigadores, hay otras ventajas que repercuten directamente en la salud mental femenina. Afirman que está comprobado científicamente que el uso de un vibrador durante la masturbación reduce el tiempo que en una mujer puede lograr llegar al orgasmo, y permite que alcancen orgasmos múltiples.
“El estigma de las mujeres que usan vibradores para el placer sexual ha comenzado a desvanecerse”, escribieron los autores en el artículo publicado en el Journal of Urology de la Asociación Estadounidense de Urología, el que fue replicado en los cinco continentes. “Sin embargo, sigue siendo un tabú social y está rodeado de ansiedad a pesar de una variedad de beneficios potenciales para la salud derivados de su uso”.
Para el equipo de investigadores, los vibradores no se deben considerar como un juguete sexual, sino como un dispositivo terapéutico. Eso sí, son enfáticos en subrayar la necesidad de poner el foco en la educación de los trabajadores de la salud en estos temas. “Los proveedores médicos, especialmente los de ginecología, urología y medicina pélvica femenina y cirugía reconstructiva, necesitan una educación más elaborada sobre la salud sexual de las mujeres y los vibradores. Creo que todo esto es posible ya que ahora estamos normalizando la discusión sobre la salud sexual femenina”, aseguraron.
En este sentido, concluyeron que “hay que continuar estudiando el efecto de los vibradores teniendo en cuenta los beneficios potenciales para la salud pélvica, su recomendación para las mujeres debe incluirse en nuestro arsenal de tratamiento para los trastornos del suelo pélvico”.
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