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Francisca Soublette: el color como lenguaje del alma

Por más de una década, Francisca Soublette se movió entre revistas y eventos de alto perfil, forjando una carrera en el corazón del negocio de la moda. Hoy, ese recorrido se transforma en una propuesta integral de bienestar, donde el estilo personal y la inteligencia emocional se entrelazan para empoderar a otras mujeres.

Relacionadora Pública de formación, con estudios de moda en Londres y España, y un Máster en Inteligencia Emocional, Coaching y Desarrollo Directivo en Barcelona, Francisca ha sabido unir con audacia y sensibilidad dos mundos que a simple vista parecen distantes: la asesoría de imagen y el trabajo terapéutico. “Mi trabajo en la industria de la moda es parte fundamental de lo que soy hoy. Haber pasado por revistas, ferias, talleres… eso me formó mucho más que cualquier teoría”, cuenta, recordando su paso por Paula y su rol como Gerenta Comercial de las revistas Vogue, GQ, AD y Glamour en Chile.

Hoy, bajo su propia marca Fran Soublette, ofrece asesorías personalizadas de imagen, colorimetría y estilismo para eventos, además de programas para empresas enfocados en autogestión emocional y lenguaje visual. Su mirada va más allá de lo superficial: la ropa no solo cumple una función estética, también puede ser una herramienta de bienestar personal, autoexpresión y empoderamiento. “Quiero que mis clientas se sientan espléndidas siempre, que se imaginen en una pasarela cuando caminen por la calle”, afirma.

El color, por su parte, es el eje desde el cual articula su propuesta. “El brillo viene desde el alma. Puedes usar un buzo y seguir brillando, si estás conectada contigo. El color puede ayudarte a proyectar cómo te sientes, pero también a transformar esa emoción”, explica. Para Francisca, el color no es solo una herramienta de estilo, es energía, historia, emoción. Su trabajo propone una conexión profunda entre lo que vestimos y lo que sentimos, invitando a sus clientas a reconocerse y reconectarse con su poder interno a través de la paleta cromática que las habita.

Desde su espacio de trabajo — dejando los juicios a un lado, y frente a un espejo grande en el que invita a sus clientas a mirarse durante una hora—, Francisca despliega herramientas de fortalecimiento personal que combinan moda, terapia y coaching. “Una hora frente a ti, sin críticas, sólo viendo lo lindo y cómo puedes brillar… eso es sanador. Es un proceso personal, profundo. A veces les pregunto si quieren saber por qué rechazan un color, y entramos en temas que pueden estar ligados a traumas emocionales”.

Para Francisca, el color ha sido siempre un lenguaje vital. Desde pequeña lo sintió como un canal de expresión, como un refugio luminoso en contextos grises. “Es raro verme de negro. Elijo los colores según cómo me siento, lo que quiero transmitir. El color me acompaña en mi día a día y me conecta con mi energía”.

Además, la asesora ha dado un paso más en su proyecto: el diseño de ropa. “A finales del año pasado lancé una colección de denim para todos los cuerpos. Ahora viene la colección otoño-invierno, hecha y diseñada en Chile”, comenta.

Al preguntarle por el estilo personal en un mundo regido por las tendencias, Francisca es enfática: autenticidad por sobre moda. “Tenemos que dejar de intentar encajar. El estilo nace del autoconocimiento: cómo me quiero sentir, cómo quiero que me vean, y qué no voy a permitir. Además, es importante entender que no tenemos un solo estilo, porque somos muchas versiones de nosotras mismas”.

Francisca Soublette no sólo asesora imagen: la reconstruye desde adentro, devolviendo a sus clientas el poder de expresarse con lo que visten y lo que sienten. Con ella, el color deja de ser un accesorio y se convierte en una herramienta de autoconocimiento y expresión personal.