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Françoise Hardy: un legado transgeneracional en la cultura pop

Tras su fallecimiento, la cantante, modelo y actriz francesa deja un vacío irreparable dentro del mundo de las artes. 

“Mamá se ha ido”, fueron las palabras que escribió Thomas Dutronc, hijo de Françoise Hardy, en sus redes sociales, confirmando la muerte de la cantante junto a una emotiva foto de Hardy sosteniéndolo en sus brazos. La artista batallaba contra el cáncer desde 2004 y durante sus últimos años luchó incansablemente por la legalización de la eutanasia. 

Francoise Hardy nació en París, Francia en 1944. A los 16 años su padre le regaló una guitarra con la cual comenzó a escribir sus propias canciones. Así, la música se convirtió en su pasión a temprana edad y no le tomó mucho tiempo en convertirse en un ícono para la época con su composición “Tous les garçons et les filles”, la cual la llevó al estrellato con tan solo 18 años, vendiendo más de dos millones de copias. 

Quienes conocían a Hardy en esa época la describieron como una mujer de mirada triste, tímida y sensible, algo que se vio reflejado en su música melancólica. Tras el éxito de su primer single, Hardy llegó a sacar un total de 28 discos, tres de los cuales fueron compuestos en inglés. 

La artista también cantó en italiano, español y alemán, lo cual afianzó su popularidad en el extranjero. Fue intérprete de éxitos como “Le temps de l’amour” y quizás su más conocida, “Comment te dire adieu”. En los años 90 colaboró con la banda inglesa Blur en la canción “To The End (La Comedie)” del álbum “The Great Escape”, que al igual que el resto de sus canciones, fue un gran éxito. 

Aparte de ser un ícono del pop, Hardy también se consolidó como una precursora de la moda, llamando la atención de grandes fotógrafos como Jean-Marie Perier, quien la llevó a revistas como “Paris Match” y “Vogue”. Además, Hardy fue una celebrada modelo de diseñadores como André Courrèges, Yves Saint Laurent y también del español Paco Rabanne, cuyos vestidos futuristas lució en múltiples ocasiones. 

En 2018 publicó su autobiografía titulada “La desesperación de los monos y otras bagatelas: una memoria de Françoise Hardy”, que nos ofrece una mirada hacia su infancia, sus pensamientos y su vida en el mundo de la fama. 

Hardy siguió componiendo activamente hasta que su enfermedad dejó de permitírselo. En 2018 lanzó su último álbum titulado Personne d’autre (Nadie más) que al igual que sus otros discos, contiene la esencia de aquello que la hizo famosa en primer lugar: su dulce voz y potente melancolía.

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