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Ignacia Uribe (Fundación Veg): “En América Latina, la mayoría de las organizaciones animalistas y veganas están lideradas por mujeres”

En el marco del Mes de la Mujer, exploramos una tendencia en crecimiento: la mayoría de quienes apoyan y militan en el movimiento animalista y vegano son mujeres. Para comprender mejor esta conexión, Woman Times conversó con Ignacia Uribe, fundadora y directora general de Fundación Veg, una organización que promueve la alimentación basada en plantas y que opera en más de cinco países de América Latina.

“Definitivamente el feminismo y el veganismo son dos movimientos sociales estrechamente relacionados, ya que ambos buscan erradicar sistemas de opresión y violencia”, señala Uribe. Según un estudio realizado en España, el 77,68% de los voluntarios de ONG animalistas y proteccionistas son mujeres, una tendencia que se mantiene en Latinoamérica. “Fundación Veg es un claro ejemplo de ello: somos una organización liderada 100% por mujeres”.

Uribe atribuye este fenómeno a la empatía, ya que diversos estudios han demostrado que las mujeres suelen tener niveles más altos de esta capacidad, lo que las lleva a involucrarse en causas a menudo ignoradas. Sin embargo, también destaca la necesidad de atraer a más hombres al movimiento vegano.

La creciente demanda de productos plant-based ha cambiado la percepción del veganismo en América Latina. En Chile, por ejemplo, más de 100 empresas han obtenido la certificación vegana V-Label, con más de 3.000 productos avalados. “Hemos observado que las principales impulsoras de este cambio son las mujeres. Desde roles clave en la industria alimentaria, han promovido la reformulación de productos para alinearlos con una dieta basada en plantas”, explica Uribe. “Ya sea como empresarias, gerentas de innovación o consumidoras exigentes, las mujeres han jugado un papel decisivo en la transformación del mercado”.

Los desafíos del liderazgo femenino en el movimiento animalista

En los últimos años, el activismo vegano ha evolucionado significativamente. “Hoy, la mayoría de las organizaciones de América Latina que trabajan por los derechos de los animales y la promoción del veganismo están lideradas por mujeres. Esto ha traído una mirada más inclusiva y estratégica, permitiendo que el activismo no solo sea una reacción ante las injusticias, sino también una construcción con impacto a largo plazo”, afirma Uribe.

“Sin dudas, la estigmatización es uno de los mayores desafíos que enfrentamos”, dice Uribe. En su libro ¿Cómo ser vegan hoy?, analiza la relación entre el veganismo y el feminismo, y cómo el lenguaje ha sido históricamente utilizado para desacreditar a las mujeres a través de términos como “burra”, “yegua” o “gata”. “Cuando una mujer lidera una organización animalista, enfrenta una doble barrera: el sistema especista, que busca restarle legitimidad a la defensa de los derechos de los animales, y el machismo, que tiende a minimizar su liderazgo y encasillarlo como una causa ’emocional’ o ‘extremista'”.

Educación y salud: el reto de la alimentación basada en plantas

La aceptación del veganismo en la comunidad médica y nutricional ha ido en aumento. Sin embargo, persisten desafíos. “Es importante que la formación en salud incluya la gran cantidad de evidencia científica sobre los beneficios de seguir una dieta basada en plantas”, señala Uribe. “Desde Fundación Veg hemos trabajado en la actualización de guías alimentarias en Argentina, Chile y Colombia, con el objetivo de proporcionar información basada en evidencia científica a los profesionales de la salud”.

Según Uribe, para fortalecer la educación sobre veganismo y nutrición, es clave actuar en tres frentes: la actualización de materiales educativos en universidades, la capacitación constante a profesionales de la salud y la divulgación de información clara y accesible al público en general. “También es fundamental derribar mitos y prejuicios, mostrando que una alimentación basada en plantas no sólo es ética y sostenible, sino también saludable y accesible”.

Dentro de este contexto, en un mundo donde las decisiones de consumo y activismo pueden generar cambios estructurales, el liderazgo femenino en el movimiento vegano no solo está redefiniendo la manera en que nos alimentamos, sino también nuestra relación con el planeta y los seres que lo habitan.