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Iris Apfel: un legado imborrable en el mundo de la moda

Después de 102 años de dedicación al diseño, la autoexpresión y la creatividad, esta leyenda neoyorquina deja un legado significativo en términos de estilo, innovación y vitalidad.

 

Una inspiración para los entusiastas de la moda, los rebeldes, aquellos que celebran el color y aprecian lo extravagante, aquellos que desafían las limitaciones de la edad en su expresión. “Más es más y menos es aburrido”, dijo Apfel alguna vez, una declaración que resume su manera de vestir, si es que se puede definir. Sus emblemáticas gafas redondas de cristal se convirtieron quizás en su señal distintiva, siempre acompañadas de un conjunto nuevo cada día. Iris fue pionera en el arte de combinar piezas de diseñador con antigüedades usadas, cosa que definía su estilo en gran medida. “Para mí la clave del estilo personal está en los accesorios. Me encantan los objetos de diferentes mundos, de diferentes épocas, combinados a mi manera”.

Apfel estudió historia del arte en la Universidad de Nueva York. Durante sus primeros años profesionales, trabajó en la revista Women ‘s Wear Daily y como asistente del ilustrador de moda Robert Goodman. En 1957, su vida tomó un nuevo rumbo cuando conoció a Carl Apfel, un comerciante textil con quien más tarde contraería matrimonio. Juntos, fundaron lo que se convertiría en su pasión y proyecto de vida: “Old World Weavers” o “Tejedores del Viejo Mundo” en español, una empresa dedicada al diseño textil y de interiores que perduraría hasta su jubilación.

¿Su especialidad? la reproducción de telas de los siglos XVII, XVIII Y XIX. lo cual les condujo a explorar el mundo en busca de textiles extraordinarios y singulares. Además, lograron trabajar en proyectos de restauración y diseño de interiores de gran envergadura, incluyendo una propuesta creativa para la Casa Blanca.

Este innegable talento, combinado con su estilo único y audaz, llevaron a Apfel a la portada de numerosas revistas de moda y a convertirse en el rostro de campañas para marcas como MAC, Rara Avis y & Other Stories, entre otras. “Todo lo que me ha pasado, nada ha sido planeado. Nunca he tenido un plan de negocio. Simplemente caí en ello, me gustó y me arriesgué. Me arriesgué mucho en mi vida”, expresó una vez.

Sin embargo, no fue hasta sus 83 años que realmente dio un gran paso hacia la fama cuando el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (MOMA) estrenó “Rara Avis (Rare Bird): The Irreverent Iris Apfel”. La primera exposición centrada en una mujer viva no diseñadora. Compuesta por su colección personal de accesorios y ropa vintage en maniquíes vestidos por ella, la exposición contó con la asistencia de grandes diseñadores, entre ellos, Giorgio Armani. Tras su gran éxito, viajó a otros museos, incluido el Museo de Arte Norton de Florida.

“De pronto me he convertido en una estrella geriátrica”, expresaba. “Mi marido y yo nos reímos mucho con la situación. He estado haciendo esto toda mi vida y ahora me encuentro con montones de revistas que están escribiendo sobre mí. ¡Pero yo no estoy haciendo nada distinto a lo que he hecho durante los últimos 70 años!”, concluye.

Desde entonces su carrera no dejó de ascender. Fue representada por IMG, una de las agencias de modelos más importantes. Iris se convirtió en una innegable creadora de tendencias, siempre yendo más allá de las normas y parámetros. Fue inspiración para muchos y objeto de un documental y un libro.

Una de sus colaboraciones más recientes fue con H&M para una colección de ropa presentada en 2022, rebosante de color y patrones extravagantes. Aun después de su fallecimiento, el legado de este ícono de la moda se consagra como una prueba de que la edad no debe restringir la expresión personal y que las reglas a la hora de vestir no existen.

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