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Jan Broberg: “El abuso sexual es una de las grandes pandemias de nuestro tiempo”

Este miércoles 9 de octubre llega a Chile a través de Universal+ A Friend of the Family: True Evil, un documental que expone la desgarradora historia de la actriz estadounidense Jan Broberg, quien fue secuestrada y abusada en los años 70 por Robert “B.” Berchtold, un supuesto amigo de la familia.

En este documental, Jan Broberg narra su historia y revisita los lugares donde vivió este traumático episodio de su vida. Su objetivo no es solo liberarse y sanarse emocionalmente, sino también concienciar al mundo sobre el abuso, que se ha convertido en una de las epidemias más graves de nuestros tiempos.

En entrevista con Woman Times, Jan Broberg revela cómo ha transformado su dolor en una oportunidad de sanación, invitando a quienes han sufrido lo mismo a alzar la voz y unirse en la lucha contra el abuso, y recordando que siempre es posible encontrar esperanza y resiliencia, incluso en las circunstancias más difíciles.

¿Qué te motivó a participar en la creación de este documental y compartir una historia tan dolorosa con el mundo?

Quería asegurarme de que cada víctima de abuso sexual infantil, adolescente, o de adultos jóvenes —de cualquier tipo— sepa que su historia importa. Al contar mi historia, espero que les dé el poder de contar la suya, y que les dé a sus familias el poder de creerles y apoyarlas en su proceso de sanación. Porque contar mi historia ha sido catártico, ha sido sanador, me ha ayudado, pero también he querido ser un ejemplo de total honestidad, al igual que mis padres, quienes fueron completamente sinceros. No tenemos por qué esconder este tipo de historias, nuestros errores personales, nuestras tragedias personales. Literalmente podemos ayudar a otras personas a saber que hay esperanza al otro lado, que es posible sanar.

Para mí, era muy importante contar mi historia a mis hermanas, a mi hijo, a mi madre, a mi padre, que ya falleció. Y que todos vean que una familia puede sobrevivir. Muchas veces es un miembro de la familia quien es el abusador, y eso debe ser contado, ese abusador debe ser detenido, y las personas deben creerle al niño o niña.

¿Qué esperas que aprendan o sientan los espectadores, especialmente aquellos que han vivido casos similares de abuso, al ver tu historia? ¿Cuáles son tus deseos o expectativas?

Primero que todo, que reconozcan que sobrevivieron y que hay esperanza para sanar y tener una buena vida después del abuso. Sin embargo, quiero que sepan que deben trabajar para ayudarse a sí mismos en ese proceso, buscando un buen terapeuta y encontrando una forma de contar su historia. Es por eso por lo que tengo un podcast (The Jan Broberg Show) donde cuento las historias de otros sobrevivientes, y también tengo una comunidad en línea, donde se ofrece un grupo de apoyo para personas que han pasado por lo mismo. Allí pueden aprender cómo dejar atrás las pesadillas, cómo tener relaciones saludables y mantenerlas, cómo no perder el trabajo, y cómo criar a sus hijos de manera que no les transmitan los efectos del abuso que sufrieron.

Mi deseo es que encuentren esa esperanza, que decidan comenzar el camino de la sanación, que cuenten su historia, busquen terapia y que se apoyen en otros programas y en muchas de las herramientas científicas que sabemos que pueden reconfigurar esos caminos neuronales en el cerebro, para que puedan liberarse del trauma del abuso.

¿Cuál es la importancia de dar visibilidad a los casos de abuso sexual y violencia de género hoy en día? ¿Qué significa abordar estos temas desde una perspectiva de género, tanto en la industria del cine, en los medios de comunicación, como en el sistema judicial?

Las historias deben ser contadas para que podamos generar cambios. Si no contamos las historias, si no las escuchamos, no haremos los cambios necesarios para empoderar a las mujeres y a los hombres que han sido dañados por el abuso, para que puedan avanzar y romper el ciclo de violencia. Es fundamental que todos entiendan que muchos niños también han sido abusados, y ellos también deben contar sus historias. Necesitamos sus historias. Necesitamos gritar fuerte.

Cuando hablamos de esto, es como cuando hablamos del cáncer: ¿cómo vamos a solucionarlo? ¿cómo vamos a curarlo? ¿cómo vamos a encontrar una solución al cáncer? Este es el cáncer del mundo, y es mucho más grande. En Estados Unidos, una de cada dos mujeres será abusada o agredida antes de los 21 años, y uno de cada tres hombres será abusado o agredido antes de esa edad. La violencia sexual les ocurrirá antes de los 21 años. Esos son números enormes, y creo que son muy similares en otros países del mundo. Esto es una gran pandemia. Si quieres hablar de un problema global, este es uno de ellos. Por eso, tienes que contar tu historia, abrir la boca, alzar la voz, hacerlo hoy, contarle a alguien que te crea y luego tomar medidas para tu propia sanación.

 

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