En los diseños de la creadora chilena, conocida especialmente por sus vestidos de novia, convergen dos líneas que pese a ser disímiles en términos estéticos, al entrecruzarse construyen un diálogo que las hace inseparables, muy “Javiera Jordán”. Se trata del Art Nouveau y el minimalismo, dos corrientes, dice Javiera, que han marcado su pulso creativo como diseñadora de vestuario. Hoy, habiendo posicionado su nombre a nivel nacional, su siguiente paso será internacionalizar sus colecciones Pret a Porter. “From Chile to the World”, como aparece en sus hashtags en redes sociales, será real.
Si bien Javiera comenzó sola, cumpliendo su sueño de hacer vestidos, hoy lidera un gran equipo con el que empuja su marca consolidada hace varios años. Además de su amplia colección de vestidos de novia, con los que cruza la alta costura con guiños creativos que reflejan la personalidad de cada usuaria, la diseñadora tiene además una línea pret a porter con vestidos, pantalones, blusas, chaquetas y más que reflectan su sello personal, singularizado por sus colores clásicos y siluetas versátiles.
Diferentes hitos se destacan en la carrera de Javiera. Su reciente paso por el Fashion Week de Milán 2023, o la presentación de sus piezas de alta costura en la primera edición de Andes Fashion Week el año pasado, un desfile que nació en Chile como vitrina de creadores latinoamericanos siguiendo los estándares de las grandes pasarelas del mundo. Quizás, el hito más recordado ocurrió en 2018, cuando diseñó un vestido de color negro para la supermodelo británica Kate Moss, quien fue nombrada embajadora del Museo de la Moda en Chile. La top model, encantada con la prenda, se la llevó a su casa en Londres ese mismo año.
Ad portas de expandirse a otras latitudes, Javiera, que ya ha vestido a muchas novias y a seguidores que admiran sus demás propuestas, comparte su modo de trabajo y algunas reflexiones con WT.
Además de diseñadora, ¿piensas en ti como emprendedora o empresaria?
Había una vez una emprendedora que luego de trabajar de lunes a lunes construyendo su sueño, con mucha perseverancia, tesón y aguante, a pesar de las dificultades y la falta de experiencia, nunca se detuvo, nunca dejó de aprender y sin darse cuenta se convirtió en una empresaria. Esa es mi historia. “Yo solo quería hacer vestidos” es una de mis frases típicas, con un toque de ironía al verme rodeada de una empresa que da trabajo a personas, a cargo de un equipo, con muchas clientas, contribuyendo al desarrollo del diseño en Chile.
Siempre comentas que para ti es importante que cada vestido de novia refleje la identidad, el estilo y la personalidad de sus usuarias. ¿Cómo sientes que logras esto?
Esta es la parte más compleja y exigente de todo mi trabajo, también es lo que hace que “Javiera Jordán” sea “Javiera Jordán”. Confeccionar vestidos no es algo particularmente difícil (para mí y mi equipo), bastantes personas que saben coser pueden hacer vestidos de novia, y muchas/os los hacen, sin embargo el ítem diferenciador es el savoir faire (saber hacer). Cuando se trata de novias, hay todo un mundo por detrás que no se imaginan. Cada proceso creativo y de confección es diferente porque cada novia es distinta.
Lo que hago al trabajar es interpretar a las novias, desde sus movimientos, la relación que tienen con sus familias, con su cuerpo, su manera de comunicarse, sus intereses, hobbies, pretensiones, complejidades, etc., que para mí todo eso reunido construye una personalidad, y para leerla hay que tener los ojos más que abiertos. Mi talento no se trata de “hacer vestidos bonitos” sino todo el proceso creativo que hubo por detrás durante meses traduciendo la personalidad en cortes, caídas, botones, tonos, escotes, volúmenes, etc. De las primeras cosas que les pido a mis novias y clientas es que sean ellas mismas, en lo malo y en lo bueno, es la única manera de retratar a alguien de manera efectiva.
No podemos dejar de preguntarte por Kate Moss. ¿Qué significó para ti haber diseñado un vestido para ella? ¿Qué impresiones tienes acerca de ella como figura?
Kate Moss es un ícono, ayer, hoy y siempre. Para mí ella es un concepto: rockstar, irreverente, desordenada, no cumplía con las medidas corporales exigidas para una modelo de la época, pero por algo se robó todos los corazones y los flashes, por su actitud. Diseñarle un vestido para mí fue un gran desafío en el cual tuve que hacer este mismo análisis que hago con mis clientas, pero esta vez con una conocida/desconocida. El hecho de que a ella le gustara tanto el vestido que le hice fue emocionante, ya que nos podemos imaginar que Kate Moss puede vestir del diseñador que quiera, y aun así logré impresionarla. Menos mal soy super aterrizada y racional, ya que finalmente, luego de esta odisea, me di cuenta de una cosa que ya todos sabíamos: Soy muy buena interpretando a las personas, y eso es lo que seguí y seguiré haciendo y afinando. Kate Moss fue una gran estrella en mi carrera, y espero que vengan muchas más.
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