Dirigida por la directora de cine belga, Chantal Akerman, la cinta Jeanne Dielman, 23, quai de Commerce, 1080 Bruxelles (1975), fue elegida por la encuesta de la revista británica de cine Sight and Sound como la mejor película de la historia.
“Una magnífica epopeya de cine experimental que ofrece una perspectiva feminista sobre hechos recurrentes de la vida cotidiana”, escribió la revista Sight and Sound sobre esta cinta que está primera en un ranking de 100 producciones, publicado cada diez años desde 1952. Para este año, participaron en total 1.639 expertos del mundo cinematográfico, entre ellos críticos, académicos y curadores.
Como señala Laura Mulvey en el artículo sobre Jeanne Dielman publicado en la revista de cine a comienzos de diciembre, esta es la primera vez en 70 años que la encuesta Sight and Sound está encabezada por una película dirigida por una mujer.
“Ninguna otra película hecha por una mujer ha llegado nunca al top ten. En primera instancia, esto no es sorprendente: Las directoras de cine siempre han sido, obviamente, pocas y distantes entre sí; igualmente obvio, los críticos contribuyentes han sido predominantemente hombres. Fue cuando Sight and Sound amplió el grupo de críticos el año 2012 que Jeanne Dielman entró por primera vez en la lista, en el número 35; su ascenso a la cima ahora es un triunfo para el cine de mujeres”, escribe Mulvey.
La película belga, quedando en primer lugar luego de Vertigo (1958) y Citizen Kane (1941) está protagonizada por Delphine Seyrig, quien interpreta a una madre viuda que se organiza para dividir, en su pequeño departamento en Bruselas, las tareas domésticas y su trabajo esporádico como prostituta, para así sostenerse financieramente junto a su hijo.
La directora de la cinta, Akerman, tal como señala el medio Sight and Sound, construyó el personaje interpretado por Seyring inspirándose en la “meticulosa cultura doméstica de las amas de casa belgas de clase media”, a través de planos largos e inmóviles donde somos testigos de toda su rutina e intimidad. A partir de esto, la misma cinta problematiza las cargas y las condiciones socioculturales que restringen la vida de las mujeres en el espacio doméstico, y lo que implica para ellas habitarse desde ese lugar. Al respecto, la crítica de cine de The New York Times, Manohla Dargis, sostiene en un artículo publicado el año 2015 que Jeanne Dielman es “una inmersión pausada de 201 minutos en los espacios interior y exterior de una mujer”.
Tras la publicación de la encuesta, Jeanne Dielman ha emergido en el debate cultural como una pieza clave del cine con perspectiva feminista, y que figurará en el listado por diez años, hasta que un nuevo ranking de Sight and Sound sea publicado.
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