“UNA EXPRESIÓN ESCAPISTA DE LA SOMBRERERÍA”. Así define Juan Cabezas (30), la propuesta que en menos de cinco años lo posicionó como uno de actores más originales de la nueva ola de la moda chilena. Sus tocados, coronas y sombreros son pequeñas obras de arte surrealistas donde mezcla técnicas y recicla materiales, siempre con “una visión dramática teatral”.
“Fui de esos niños buenos para dibujar y hacer manualidades. De más grande, cuando uno empieza a buscar su propia identidad, la indumentaria se volvió algo primordial. Era el sello con que me rebelaba al conservadurismo de mi familia. Luego, la explosión de las tribus urbanas marcó mi adolescencia y ahí probé distintos estilos.
no reniego de esa etapa, por el contrario siento que fue la primera aproximación a expresar quien era realmente yo. El mundo del diseño se abrió para mí al entrar a estudiar arquitectura en la Universidad de Chile. Mi primera creación fueron accesorios, así partí”, recuerda.
En agosto, la revista The Hut Magazine que sólo publica a los mejores del rubro, le dedicó la portada, un hecho inédito para el diseño chileno. “Mis trabajos ya habían sido publicados en editoriales internacionales, como Vogue y Ad Magazine, pero salir en esta revista inglesa que es la más importante del rubro fue realmente increíble. ¡Me comparaban con tiendas que llevan dos siglos funcionando!, y les llamó mucho la atención que yo como hombre jugara con la parte más femenina de la sombrerería”, cuenta.
Convocado a la Hut Week del Reino Unido, admite que su gran triunfo hoy es poder vivir de su arte. “Hay mucho que hacer en Chi- le y siento que aquí ya tengo un nicho”, afirma, convencido de que “la gente necesita más fantasía y menos realidad”. Con la cuarente- na Juan, se diversificó y aprendió a moldear sombreros de paja que confeccionó a pedido. Además, dictó un taller de acercamiento a la sombrería para una agrupación de creativos denominada Divergente. “Sentirnos bien con nuestra forma de vestir y con lo que decidamos ponernos es el mejor accesorio y la mejor tendencia. El vestir debería reflejar la esencia de cada uno”, reflexiona mientras prepara su segun- da colección de sombreros de verano
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