La periodista lidera un proyecto que busca la inclusión escolar para los estudiantes con necesidades educativas especiales.
Hace once años, la vida de la periodista Claudia Aldana tomó un rumbo que jamás imaginó. La llegada de su hija Fátima cambió su manera de ver el mundo. Ahí comenzó a entender las múltiples dificultades que nuestra sociedad impone a quienes tienen Síndrome de Down. Fue el inicio de un camino que redefinió sus prioridades y que hoy la tiene liderando una cruzada por la educación inclusiva.
En Chile, uno de 450 niños nace con síndrome de Down, una de las cifras más altas del mundo de niños con esta alteración cromosómica. Y si bien hasta antes de la llegada de Fátima, Claudia no conocía nada del trastorno genético, con su nacimiento se puso la meta de cambiar eso, y comenzó a estudiar, a buscar médicos, estudios, lugares que permitieran a su hija a desarrollar su vida de la mejor forma, aprovechando todas sus capacidades.
Tras su experiencia personal comprendió que era necesario crear consciencia sobre el trato que existe hacia los niños y niñas con síndrome de Down y sus familias. Así nació la fundación Una escuela para todos, que busca la inclusión de personas con discapacidad en las salas de clases, y a su vez, mostrar que son excluidos de los colegios tradicionales, y por consiguiente, del mundo laboral. La institución cuenta con programas de emprendimiento para personas con discapacidad cognitiva, consultorías en colegios y empresas y también talleres de sexualidad, entre otros.
“Hay un gran desconocimiento hacia la discapacidad. Hay un enfoque tan caritativo, tan de pena y tan poco de sujeto de derechos. Entonces hay que llegar a las empresas, que es parte del trabajo que hacemos en la Fundación Una Escuela Para Todos, a explicar lo que es cultura inclusiva, lo que es el lenguaje, por qué no se puede decir ‘discapacitado’, sino que ‘persona con discapacidad’. Hay que ir botando muchos mitos”, dijo a radio ADN, la periodista que se hizo conocida como columnista de revista Ya con el personaje Consuelo Aldunate.
Según ha afirmado en diversas entrevistas, hoy las leyes de educación chilena no garantizan su acceso a la educación, ya que su selección queda a criterio de cada establecimiento en función de si quieren aceptarlos o si se cuenta con condiciones para recibirlos. La comunicadora que escribió el libro ‘Downtown, cómo un hijo con Síndrome de Down mejora la vida’, busca terminar con la negativa de la mayoría de instituciones educacionales en Chile que no admiten a los niños con esta condición.
“¿Cómo les podemos pedir que tengan ellos una formación como para poder trabajar si ni siquiera han podido entrar al colegio. Hoy en día las cifras son devastadoras. Una de cada 10 personas con discapacidad egresa de cuarto medio y uno de cada dos sale de octavo básico. ¿Cómo podemos pedirle a esas personas que les hemos cerrado la puerta a la educación que luego sean parte del mundo laboral, si tampoco les hemos entregado interacciones sociales?”, cuestionó, en el contacto radial.
Siguiendo este punto, aseguró: “Una Escuela para todos busca que todos los niños con algo diferente tengan un espacio, porque los niños que se forman en una sala con inclusión son niños con mejores capacidades cognitivas, todos tienen una inteligencia emocional distinta, y nos hace bien a todos, porque los niños ven que las capacidades distintas te obligan a esforzarte de maneras distintas, y a trabajar de forma solidaria y cooperativa. Eso buscamos porque serán niños más colaborativos, solidarios, mejores ciudadanos”.
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