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La IA no es tu competencia, es tu mejor aliado creativo

Por: Italo Parada, Director General Agua Agency.

No deja de sorprender cómo persiste la noción de que la inteligencia artificial amenaza con
suplantar la labor creativa humana. Esta percepción, aunque comprensible, parte de una
premisa errónea: considerar la IA como un rival, cuando en realidad representa una
extensión exponencial de nuestras capacidades intelectuales y expresivas.

Después de años trabajando en esta industria y viendo cómo evoluciona el marketing en
LATAM, puedo asegurar algo: la IA no es tu competencia, es el socio más inteligente que
vas a tener. Actualmente soy profesor en el Magíster de Innovación y Emprendimiento de la
Universidad Adolfo Ibáñez y, aunque se cursa el quinto año de universidad, el 80% de los
equipos estaban desarrollando sus modelos de negocio apalancados en inteligencia artificial
y utilizando herramientas basadas en IA. Fascinante.

Es evidente cómo en las nuevas generaciones se ha ido rompiendo el paradigma del miedo
a la IA; para ellos, no es una amenaza, sino una base natural sobre la cual construir, crear y
emprender desde el inicio.

Durante décadas, el marketing se enfocó en el análisis retrospectivo: qué funcionó, qué no.
Pero hoy, gracias al análisis prescriptivo que ofrece la IA, con un 90-95% de precisión, es
posible optimizar presupuestos en tiempo real, ajustar precios dinámicamente y tomar
decisiones con una confianza antes impensada. LATAM proyecta una inversión de $5.4
billones en inteligencia artificial para 2025 y no subirse a ese tren es simplemente quedarse
fuera del juego.

La transformación también ha afectado la forma en que nos relacionamos con los
consumidores. Hoy, el 80% solo compra si recibe contenido verdaderamente relevante y
personalizado. Ya no basta con poner su nombre en un correo; hablamos de experiencias
que se adaptan en tiempo real. No es casualidad que Netflix genere más de mil millones de
dólares al año gracias a sus sistemas de recomendación.

Un caso bien interesante es el de Vambe, una startup chilena que pasó de $20K a $1M en
ARR (Annual Recurring Revenue) en tan solo 8 meses usando agentes de IA en WhatsApp.
Es un ejemplo poderoso de cómo una herramienta bien implementada puede transformar un
negocio emergente. Vambe no solo automatizó su atención al cliente; sino que construyó un
canal de venta y fidelización altamente eficiente, que compite con los grandes del retail sin
sus presupuestos millonarios. En otras palabras, una prueba viva de que la IA no es una
promesa futura: es una ventaja competitiva actual.

Y como ellos, el desafío lo tenemos muchos de nosotros. Según la tercera edición del
reporte "Estado de la IA en América Latina", el 56% de las startups en LATAM ya tienen la
IA como base de sus productos. Porque la inteligencia artificial, lejos de ser una amenaza,
es una caja incansable de ideas, una aliada que procesa más datos de los que podríamos
imaginar, pero sigue siendo tarea nuestra darle dirección, emoción, estrategia y sentido
humano. La IA optimiza, nosotros creamos el alma.

Por supuesto, este crecimiento no está libre de tensiones. A medida que la inteligencia
artificial se integra en más procesos, surgen desafíos claros como la generación de

desinformación, los sesgos en los algoritmos y la necesidad de una regulación ética
robusta. Adoptarla con mirada crítica y responsable no solo es recomendable: es
imprescindible.

Para 2025, se proyecta que el 90% del gasto en publicidad digital será programático y
potenciado por IA (Emarketer). La pregunta ya no es si vas a adoptar estas tecnologías,
sino qué tan rápido lo harás. Deja de verla como una amenaza. Empezá a usarla como el
amplificador más potente de tu creatividad.