A través de su publicación “Coyuntura laboral en América Latina y El Caribe: Hacia la creación de mejor empleo en la pospandemia”, la CEPAL informó que durante 2022 la recuperación de la tasa de participación laboral en la región latinoamericana fue mayor en el caso de las mujeres que de los hombres. Sin embargo, pese a estos avances, el organismo sostiene que regresar a los niveles prepandemia no es suficiente, ya que la región sigue marcada por brechas de género y altos índices de empleo informal.
El informe, publicado por la CEPAL junto a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), da cuenta que los países de América Latina y el Caribe crecieron un 3,8% en 2022, y que la región presenta una recuperación en sus principales indicadores de trabajo: tasa de participación, tasa de desocupación, tasa de ocupación y número de ocupados.
El documento revela que en América Latina la participación femenina se incrementó 1,7 puntos porcentuales en 2022 (51,8%) respecto al año 2021 (50,1%), mientras que la participación de los hombres se incrementó 0,3 puntos porcentuales en 2022 (74,4%) respecto de 2021 (74,1%). Lo anterior refleja que la participación laboral de mujeres recuperó sus niveles previos a la pandemia, mientras que en la de los hombres persiste un retraso de un punto porcentual en comparación con el mismo periodo.
Con estas cifras de participación femenina alcanzadas, la brecha de género se sitúa en 22,6 puntos porcentuales en 2022, lo cual corresponde a 1,4 puntos porcentuales menos que en 2021. Sin embargo, pese a la mejora observada durante el año pasado, 48 de 100 mujeres de la región que se encuentran en edad de trabajar no están dentro del mercado laboral.
Reducción tasas de desocupación
De acuerdo con el informe, la tasa de desocupación promedio en América Latina y el Caribe se redujo 2,3 puntos porcentuales, pasando de un 9,3% en 2021 a un 7% en 2022. Asimismo, la CEPAL afirma que, pese a las persistentes brechas de género en la región, las tasas de desocupación se redujeron tanto en el caso de los hombres como de las mujeres.
Así, la tasa de desocupación femenina durante 2022 se redujo 2,8 puntos porcentuales, pasando de un 11,5% en 2021 a un 8,7% en 2022. A su vez, la tasa de desocupación masculina se redujo 1,9 puntos porcentuales, pasando de un 7,8% en 2021 a un 5,9% en 2022.
Pero, independiente de las mejoras alcanzadas en la región, los organismos alertan que volver a los niveles anteriores a la pandemia se encuentra lejos de ser un resultado deseado. “Pese a las mejoras registradas en 2022, la recuperación de los países y de las actividades ha sido heterogénea, con elevados niveles de informalidad y persistentes desigualdades de género y etarias”, explican en el informe.
Respecto a lo anterior, el documento registra una pequeña reducción en la tasa de ocupación informal. En promedio, se observa que en 2022 ésta tasa alcanzó el 48,7% mientras que en 2021 llegó al 48,8%.
En ese entendido, la CEPAL y la OIT concluyen que en 2022 se observa una recuperación en las tasas básicas del mercado laboral respecto a los niveles prepandemia, y una situación de las mujeres que presenta “leves mejoras” respecto del 2019. Sin embargo, aseguran que los problemas que tenían los mercados laborales antes de la pandemia – informalidad, brecha por sexo y edad – no se han solucionado. “Siguen representando un enorme desafío, que se puede profundizar desde 2023 si no se estructuran respuestas adecuadas de política, más aún, considerando que la situación macroeconómica y laboral ha vuelto a complicarse en los últimos meses de 2022 y los primeros meses de 2023”, concluyen en el documento.
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