En América Latina, el panorama económico durante el 2024 ha sido complejo. A principios de octubre, la Organización Internacional del Trabajo informó que se espera que este año dos millones de personas más busquen empleo, lo que elevaría la tasa de desempleo global al 5,2%, un ligero incremento respecto al 5,1% registrado en 2023.
En Chile, según la última actualización del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de desempleo se mantiene a la baja, situándose en un 8,7% durante los últimos meses de 2024. Estas cifras, sumadas al panorama de la inflación, que aumentó un 0,1% en septiembre y se espera que llegue al 4,1% anual, tiene una repercusión directa en todos los rubros y esferas de la economía, incluyendo el ecosistema emprendedor. En un país donde hay un 30% aproximado de mujeres emprendedoras, de acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor, la planificación y la resiliencia son cruciales cuando los escenarios financieros se vuelven adversos. Así lo señala Lorena Gallardo, creadora de Fundadoras, una de las escuelas de negocios para mujeres más grandes de América Latina que este año celebrará su tercer Business Festival para reunir en un sólo lugar a las emprendedoras, ejecutivas y líderes de Chile y el continente.
En entrevista con Woman Times, Lorena Gallardo se refiere al fortalecimiento y la agudeza que distingue a las emprendedoras durante tiempos económicos complejos, señalando las claves que tanto ella como las mujeres que conoce y que ha guiado en su escuela, siguen día a día para mantener sus negocios a flote pese a cualquier obstáculo.
¿Tienes alguna experiencia que te haya enseñado sobre la resiliencia/perseverancia en momentos difíciles?
Pasé por una situación complicada que me enseñó mucho sobre la resiliencia. Antes del estallido social en Chile, tomé decisiones financieras que llevaron a mi empresa a asumir altos costos. Cuando ocurrió el estallido el 18 de octubre, me vi obligada a paralizar proyectos presenciales, lo que agravó los problemas económicos, e incluso tuve que devolver dinero a algunos clientes. La situación afectó mi autoestima, y tuve que despedir a mi equipo y asumir todo el trabajo sola.
A pesar de la incertidumbre, aprendí la importancia de mantener la calma y ser prudente. Esta experiencia me enseñó a aceptar tanto los éxitos como los fracasos con humildad, y a comprender que ninguno de los dos es permanente. Me quedó claro que lo que realmente marca la diferencia es el impacto positivo que generamos en las personas que nos rodean. Por eso, a pesar de las dificultades, decidí seguir adelante porque mi propósito era mayor que los obstáculos que enfrentaba. Yo quiero ver progresar a las emprendedoras en Chile, y eso fue lo que me mantuvo firme para poder darle continuidad a mi trabajo.
¿Cuáles consideras que son los principales desafíos que enfrentan las mujeres emprendedoras en el contexto actual de América Latina y cómo crees que pueden superarlo?
Yo diría que uno de los mayores obstáculos es el “efecto Pigmalión”, que se refiere a cómo las expectativas del entorno influyen en nuestro comportamiento. Las mujeres emprendedoras suelen enfrentarse a estereotipos y prejuicios, como la creencia de que no se puede ser al mismo tiempo una empresaria exitosa y una buena madre. Esta dicotomía limita nuestra percepción de lo que podemos lograr, como si no fuera posible que pudiéramos abarcar positivamente ambas cosas.
Para superar estos desafíos, es necesario cambiar nuestra mentalidad y también las expectativas de la sociedad hacia nosotras. Muchas de nosotras somos la primera generación de emprendedoras en nuestras familias, lo cual implica romper con barreras y asumir que es posible alcanzar el éxito. La clave está en trabajar en nuestro liderazgo y mentalidad, así como en inspirarnos con casos de éxito cercanos y lejanos.
¿Qué estrategias o herramientas consideras esenciales para que las mujeres emprendedoras y líderes puedan fortalecerse en tiempos tiempos de crisis?
En tiempos difíciles, es fundamental enfocarse en tres áreas clave. Primero, adaptación ágil. Es importante reaccionar rápidamente a los cambios y aprovechar las herramientas a las que tenemos acceso. Actualmente, disponemos de numerosas herramientas digitales, como plataformas, automatización de procesos, inteligencia artificial y marketing digital, que se han vuelto indispensables. Por ello, es fundamental aprovechar estas tecnologías y adaptarlas a las necesidades específicas de nuestro negocio.
En segundo lugar, es importante establecer redes de apoyo. Construir y nutrir nuestras conexiones es crucial. Una estrategia útil es dividir nuestras redes en tres partes: personas que nos puedan ayudar, colegas con quienes intercambiar ideas, y también personas a las que nosotras podamos apoyar.
Por último, es importante la gestión de recursos. Controlar los costos, diversificar las fuentes de ingreso y buscar asesoría financiera especializada son acciones clave para no solo sobrevivir como emprendedoras, sino prosperar.
¿Cómo ha contribuido Fundadoras a crear una comunidad de apoyo entre las mujeres emprendedoras en el último tiempo?
Fundadoras ha creado una comunidad sólida y colaborativa mediante espacios de conexión virtuales y presenciales, donde las emprendedoras pueden compartir experiencias y generar oportunidades. A través de programas de formación, mentoría y networking, hemos logrado un entorno en el que las mujeres no solo encuentran apoyo profesional, sino también emocional, lo cual es crucial en tiempos desafiantes.
Fundadoras no solo proporciona herramientas para el éxito empresarial, sino que también promueve una cultura que empodera a las mujeres para convertir sus sueños en realidad y construir sus propias empresas. Es un ecosistema en el que cada miembro sabe que no está sola y reconoce la importancia de contar con una red de apoyo. Además, es una plataforma que ha elevado el nombre de las emprendedoras y empresarias en Chile, lo cual es motivo de gran orgullo. Las emprendedoras son fundamentales, representan el motor y el corazón de la economía; innovan, crecen y aportan valor. No son mujeres que necesitan asistencia, sino líderes poderosas que merecen el apoyo para seguir desarrollándose, porque cuando ellas crecen, crecemos todos.
¿Qué cualidades crees que tienen las mujeres emprendedoras que les permiten enfrentar los retos económicos, personales y otros que surgen en el camino?
Las mujeres emprendedoras se destacan por su resiliencia y su propósito. No emprendemos solo por dinero, sino porque queremos generar un impacto positivo en nuestras comunidades. Este propósito más grande que el dinero es lo que nos impulsa a seguir adelante frente a las dificultades. La pasión por lo que hacemos nos sostiene incluso cuando los desafíos parecen insuperables.
¿Qué papel juegan la educación y el aprendizaje continuo en la capacidad de las mujeres para adaptarse y prosperar en sus negocios?
La educación y el aprendizaje continuo son fundamentales para el éxito emprendedor, ya que no solo brindan conocimientos técnicos, sino que transforman la manera en que tomamos decisiones. Aprender de otras experiencias y casos de éxito nos da confianza y coraje para asumir riesgos y adaptarnos a un entorno en constante cambio. En Fundadoras, hemos visto cómo la capacitación en áreas de liderazgo, coaching y transformación mental fortalece a las emprendedoras y les permite hacer crecer sus negocios de manera sostenible.
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