La emprendedora y charlista chilena conversó con Woman Times acerca de sus aprendizajes después de que su negocio entrara en quiebra y cómo logró salir adelante.
“He aprendido a valorar lo que tengo y a dejar de enfocarme en lo que he perdido o en lo que me falta”, expresa Magdalena Martin, diseñadora y emprendedora, quien participará como speaker el próximo sábado 16 de noviembre en la última edición del Business Festival de la escuela de negocios Fundadoras.
Al reflexionar sobre su vida, Martin afirma que, en la actualidad, logra ver el vaso medio lleno. Sin embargo, no siempre fue así. La emprendedora inició su carrera en el mundo corporativo, trabajando para empresas como Phillips y Nestlé. Pero fue un viaje a Europa lo que la inspiró a emprender un negocio centrado en conectar a las personas a través de regalos: Regalos Clicker.
Dejar atrás el mundo corporativo fue un verdadero desafío para Martin, quien tuvo que enfrentar momentos extremadamente difíciles, como la quiebra de su negocio. A pesar de ello, logró salir adelante, descubriendo una pasión por la ciencia de la felicidad y el bienestar humano, lo que la llevó a exponer como charlista en TEDxVitacura.
Has hablado abiertamente de cómo hubo un momento en tu vida en el que llegaste a la quiebra. ¿Cómo viviste esa etapa de tu vida? ¿Qué lecciones te llevas de esa experiencia?
Fue, sin duda, uno de los momentos más duros de mi vida. Quebrar es un proceso devastador: más allá del caos financiero, que aún tiene repercusiones, el impacto emocional es muy fuerte. Sentimientos como la culpa y la derrota son difíciles de superar. Uno debe comprender que, aunque el emprendimiento puede fracasar, eso no define al emprendedor. Llegar a esa conclusión es un proceso que toma tiempo y reflexión.
Decidí sacar el mayor aprendizaje posible de esta experiencia para darle sentido al sufrimiento. Anoté cada lección que obtuve en todos los ámbitos: financiero, de producto, relaciones, métodos de trabajo, vida personal, etc. Estas reflexiones dieron lugar a mi charla: Los 16 aprendizajes de mi quiebra.
En una sociedad que a menudo evita hablar del fracaso, ¿cómo podemos fomentar una conversación más abierta sobre sus aprendizajes?
En Chile, el fracaso y la quiebra siguen siendo temas tabú. Cuando empecé a hablar de ello abiertamente, muchas personas me escribieron para contarme que estaban viviendo algo similar. Es necesario cambiar la percepción cultural sobre el fracaso y entender que es una antesala del éxito.
Para que un fracaso sea valioso, debe enseñarnos algo, y eso depende de nuestra capacidad y responsabilidad de extraer aprendizajes. La vida debe valorarse en su conjunto, con lo bueno y lo malo. No existe tal cosa como una vida sin problemas; somos el resultado de todo lo que vivimos. Por eso, también debemos apreciar lo que nos forma, incluso si es doloroso.
¿Qué desafíos enfrentaste al hacer la transición del mundo corporativo al emprendimiento, y cómo te ayudó tu experiencia previa en empresas como Philips y Nestlé?
Mi experiencia en el mundo corporativo me ayudó muchísimo. Trabajé ocho años en ese ámbito y nunca imaginé que emprendería, porque disfrutaba de lo que hacía. Durante esos años, aprendí a entender profundamente al consumidor a través de estudios avanzados, comprendí procesos que en su momento no me gustaban pero que luego implementé como emprendedora, y adquirí habilidades clave en trabajo en equipo y gestión del clima laboral.
El 6 de agosto fuiste una de las expositoras en el TEDxVitacura. ¿Cómo viviste esa experiencia y cuál fue la invitación que quisiste hacer?
Fue una experiencia increíble, pero también muy intensa. La preparación duró casi 4 meses y trabajé con dos profesores excepcionales, Pía Cárdenas y Miguel Ángel Labarca, quienes nos exigieron al máximo. Cada vez que pensabas que habías dado todo, te mostraban que había más dentro de ti, incluso cosas que ni tú sabías que podías aportar.
En una charla TEDx, el objetivo es entregar un regalo a la audiencia; no se trata de recibir aplausos, sino de dejarles algo valioso. En mi caso, compartí de forma concreta lo que me ayudó a superar el dolor de la quiebra y salir adelante. Invito a todos a verla.
¿Qué aprendizajes has adquirido en tu proceso de preparación para TEDx? ¿De qué maneras crees que estos aprendizajes pueden aplicarse a la vida cotidiana o al emprendimiento?
Más allá de los aprendizajes específicos de TEDx, lo que realmente me ha transformado este último año han sido mis estudios sobre la felicidad. Me han enseñado a ver el vaso medio lleno, a agradecer lo que tengo y dejar de enfocarme en lo que perdí o me falta.
Para los emprendedores, que solemos estar bajo estrés constante, la salud mental es fundamental, aunque a menudo la relegamos a un segundo plano. Para que nuestros negocios estén bien, para que nuestro entorno esté bien, primero debemos estar bien nosotros. Esta es una lección que cuesta mucho interiorizar, pero es clave.
¿De qué manera buscas conectar con las mujeres que deciden emprender o que toman un camino parecido al tuyo?
A través de la sinceridad y la autenticidad. Creo en mostrar la vida tal como es, con lo bueno y lo malo, sin ocultar las dificultades tras una fachada de éxito. Las personas buscan realidad y empatía, no cuentos de hadas. Mostrarte tal como eres crea una conexión genuina.
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