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Muay Thai, el deporte tailandés que se ha vuelto cada vez más popular entre mujeres

En un mundo donde la seguridad personal todavía es una preocupación constante, aprender este deporte ofrece a las mujeres la capacidad de defenderse y construir su empoderamiento. 

Durante muchos años, el Muay Thai se consideró un deporte exclusivamente masculino en Tailandia, prohibiendo estrictamente la presencia de una mujer en el ring debido a la supuesta “mala suerte” que traía tanto a los atletas como al deporte en general. 

Décadas tuvieron que pasar para que finalmente se le permitiera a las mujeres practicar este deporte, uno que rápidamente comenzó a ganar popularidad fuera de Tailandia, debido a sus técnicas únicas de defensa personal. 

También conocido como el arte de las ocho extremidades, la historia de este deporte se remonta a la dinastía Sukhothai, alrededor del siglo XIII, donde los guerreros desarrollaron un estilo único de combate cuerpo a cuerpo, utilizando patadas, golpes de puño, rodillas, codos y derribos que luego se convirtió en el Muay Thai. 

Actualmente, se estima que hay más de 50 millones de personas que practican este arte marcial en el mundo, y muchas mujeres han adoptado esta disciplina no solo gracias a sus beneficios físicos, sino también debido a su efectividad en la autodefensa.

Según datos de ONU Mujeres, se calcula que, en todo el mundo, 736 millones de mujeres –casi una de cada tres– han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja, de violencia sexual fuera de la pareja, o de ambas, al menos una vez en su vida. Ante esa realidad, para muchas de ellas aprender Muay Thai les ofrece la capacidad de defenderse en caso de sufrir violencia y emprender un camino hacia el empoderamiento y la confianza.

Actualmente las mujeres compiten por los títulos en Tailandia con las mismas normas requeridas para los hombres, algo que se ha extendido a todo el mundo. Hoy en día, atletas como Valentina Shevchenko y Stamp Fairtex han demostrado que las mujeres también pueden sobresalir en este deporte y convertirse en campeonas mundiales.

Sin embargo, más allá del profesionalismo, la filosofía detrás de este arte marcial puede ser adoptada por cualquiera, promoviendo el autocontrol, la fuerza, la resistencia y la flexibilidad, además de la confianza tanto física como mental.