Cuatro profesionales del área STEM en Chile comparten sus experiencias sobre sus exitosas carreras en un sector que históricamente ha sido liderado por hombres.
Se trata de Angelica Tapia, Valeria Frades, Claudia Andrea Alarcón Soto y Lilia María Mujica Mejía, quienes trabajan en la empresa ABB, dedicada a la tecnología y automatización. Tanto en Chile como en el mundo, las mujeres que se dedican a carreras relacionadas a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas siguen estando significativamente subrepresentadas. Sin embargo, nuestro país ha registrado un aumento considerable a través de los años. Según el Ministerio de Educación la representación femenina en estas carreras pasó de 27,2% en 2023 a 30,2% este año. Aun así, se trata de mujeres que tienen que esforzarse el doble para ser tomadas en cuenta.
“Durante años no se me reconocía y me subestimaban, sobre todo siendo muy joven”, cuenta Angelica Tapia, Gerente Country Teasure y SAS de la empresa. Angelica descubrió su pasión por los números en el colegio, donde optó por la enseñanza científico matemático. “Fue todo un desafío porque en el colegio éramos 7 alumnas en este grupo”, expresa. Sin embargo, asegura que nunca pensó en desertar gracias al constante apoyo de su madre.
“Mi vida laboral comenzó en los años 90s, cuando era aún un poquito más difícil que ahora, había que ser valiente y enfrentar al mundo”, cuenta Tapia, que aún recuerda la época en la que fue ayudante de la cátedra de Costos en la universidad, donde la mayoría de los alumnos eran hombres mayores. “En total eran 90 alumnos aproximadamente. A la primera ayudantía no llegó nadie”, relata. Sin embargo, eventualmente logró llenar la sala. “Después de eso nunca más sentí miedo de enfrentar desafíos”, expresa. Para Tapia, lo más importante es la educación y el respeto, “No bastan las certificaciones. Debemos asegurar la continuidad de lo que hemos conseguido”, concluye.
Claudia Andrea Soto Alarcón también forma parte de ABB como Gerente de Operaciones MO Chile, Perú, Lideresa De D&I. Su interés por las matemáticas y las ciencias básicas la llevaron a estudiar Ingeniería Industrial en la Universidad de Santiago de Chile. “Mis padres siempre me apoyaron y nunca me coartaron la posibilidad de desarrollarme en esta área”, expresa.
Claudia cuenta que uno de los retos más importantes que ha tenido fue la implementación del Sistema de Equidad de Género en Chile. “Fue un cambio cultural y transformacional que hoy incluso da sus frutos con nuestro país vecino Perú, entonces se convierte en un proyecto trascendente”, expresa.
Desde la dirección de ingeniería, Valeria Frades expresa que uno de los grandes desafíos que ha enfrentado en su carrera ha sido asumir un rol de liderazgo viniendo del campo de la ingeniería. “Pienso que nuestra formación más técnica deja muchas veces relegados otros conocimientos que son básicos para el trabajo y para la vida, que son las habilidades blandas”, expresa.
Valeria cuenta que su acercamiento al área STEM se dio desde pequeña. ”Siempre fui muy curiosa, me encantaba saber cómo funcionaban las cosas. Desarmaba todos los juguetes. No había uno que se salvara”, comenta. A medida que fue creciendo se dio cuenta de que se trataba de un campo con mayor presencia masculina. “¿Tenía más compañeros hombres en la universidad? Sí. ¿Tenía más colegas hombres en el trabajo? Sí”, expresa. Sin embargo, para ella siempre se trató de un ambiente laboral grato, lo que no quita que aún hayan avances por hacer.
El enfoque que le da Tapia va más allá de las cifras. “El cambio debe surgir desde los más pequeños, hay que generar un interés real en STEM”, reflexiona. Por lo mismo, Valeria es muy crítica con la manera en la que criamos a nuestros hijos. “¿Por qué a los niños les regalamos cosas que desafían su desarrollo y descubrimiento en las ciencias, estrategia que descubran, mientras que a las niñas juegos más bien de roles y cuidado? Insisto en el punto anterior, los esfuerzos deben ir hacia la etapa de desarrollo”, comenta.
La especialista en marketing Lilia María Mujica Mejía ve las cosas de manera similar, y es que para ella se trata de un trabajo que debe comenzar desde la niñez, enseñando los mismos valores. Lo mismo debe ocurrir en el colegio y la universidad. “Debemos potenciar que las mujeres se involucren más en ramos de ciencia y matemáticas, motivarlas a seguir este camino y evitar la deserción”, expresa.
Lilia María es Ingeniero eléctrico de profesión. Su pasión por la física nació gracias a un maestro que tuvo en el colegio. “Me mostró que la carrera era interesante, hermosa, perfecta, aplicable y alcanzable”, expresa, “Tener modelos de inspiración que nos potencien y motiven es el camino para tener más mujeres en estas áreas.”
Para Lilia, uno de los grandes desafíos que ha tenido que enfrentar durante su carrera ha sido balancear su desarrollo profesional con su rol de madre. Sin embargo, dentro de lo que es el ambiente laboral, la recepción ha sido buena. Aún así, concuerda que la brecha sigue siendo amplia. “Son minorías las líderes mujeres que tenemos como modelos a seguir, por lo que tenemos mucho que hacer aún. Se nota el esfuerzo que se hace por cerrar esa brecha y se agradece tener mayores oportunidades.”
Cuando Lilia mira hacia el futuro, espera seguir viendo crecer el cambio generacional “Deseo que el día de mañana mi hija no tenga que escoger en forma obligada entre ser mamá o ser una líder profesional, que sea una realidad ejecutar ambos roles de buena forma sin tanto sacrificio, si es que ella así lo decide”, concluye.
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