POR Claudia Parra Gaete, Jefa U. Patología Mamaria, Instituto Nacional del Cáncer
En estos últimos dos años se ha producido un aumento en los casos de cáncer debido a que la pandemia generó retraso en los diagnósticos y tratamientos. En el caso del cáncer de mama, las cifras del año 2020 de la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC) revelan que en Chile hubo 1.674 fallecidas por esta causa y 5.531 nuevos casos, mientras que hoy se sabe que estas cantidades han aumentado en aproximadamente 15%, según distintos análisis de expertos en la materia.
El cáncer surge cuando un grupo de células malignas se multiplican sin control y pueden extenderse a otros órganos o tejidos vecinos o situados en zonas distantes del cuerpo. En general, los tumores que se originan en la mama suelen aparecer en forma de lesiones más o menos bien definidas, lo que favorece su control local mediante cirugía.
El cáncer de mama se puede dividir en varios tipos en función de las características de las células de la mama a partir de las cuales se desarrolla y también en función del grado de extensión de la enfermedad al momento del diagnóstico o su evolución a lo largo del tiempo. También es importante señalar que este comportamiento puede variar de acuerdo al perfil molecular del tumor.
La mayoría de estos tumores se originan en el tejido glandular de la mama, que está formado por los lobulillos, glándulas donde se produce la leche, y los conductos galactóforos, que son los encargados de transportarla hasta el pezón durante la lactancia materna. Estos cánceres son de origen epitelial y se denominan carcinomas.
Los tres tipos de tumores más frecuentes son el carcinoma ductal invasivo o infiltrante (CDI), carcinoma lobulillar invasivo o infiltrante (CLI) y carcinoma ductal “in situ”, también llamado carcinoma intraductal (CDIS). El carcinoma ductal abarca la inmensa mayoría de los casos (70-80%), mientras que el carcinoma lobulillar, el segundo más habitual, representa entre el 5% y el 7% de los casos.
A su vez, el tipo de tejido en el cual surge el cáncer de mama determina la forma en que se comporta el cáncer y qué tratamientos son más eficaces.
El carcinoma ductal puede permanecer dentro de los conductos como cáncer no invasivo (carcinoma ductal in situ) o bien puede salirse de los conductos (carcinoma ductal invasivo). El carcinoma lobular se origina donde se produce la leche materna. Cuando sale de los lóbulos se lo considera un carcinoma lobular invasivo.
Los lóbulos están conectados a los conductos, que transportan la leche materna hasta el pezón. Cuando se recibe el diagnóstico de cáncer de mama, el médico revisará el informe patológico y los resultados de cualquier estudio de diagnóstico por imágenes para comprender los aspectos específicos del tumor.
Comprender más acerca de la composición química y genética del cáncer puede ayudar a los médicos a elegir el tratamiento más eficaz para tu tipo de cáncer específico.
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