Varios estudios han demostrado que remedios como el ibuprofeno, los esteroides y los opiáceos, no son tan eficaces en las mujeres en comparación con los hombres, algo que puede tener distintas explicaciones.
No es novedad que los cuerpos de las mujeres y hombres son distintos entre sí. Desde los niveles hormonales hasta los procesos moleculares, existen muchas diferencias fisionómicas que distinguen a ambos sexos.
El dolor no es una excepción, y es que a pesar de que ambos pueden sentir niveles similares de molestia, las mujeres experimentan el dolor de forma diferente a los hombres y, como consecuencia, no responden de igual manera a los tratamientos.
De hecho, según un artículo publicado por eClinicalMedicine, al nacer, las mujeres sienten dolores más intensos que los hombres y son más propensas a padecer dolencias crónicas como migraña, síndrome del intestino irritable, fibromialgia y artrosis, entre otras.
Según la mayoría de los expertos, esto tendría que ver en parte con las hormonas sexuales. Los estrógenos que producen las mujeres ralentizan el vaciado gástrico y reducen la cantidad de ciertas proteínas fijadoras de fármacos en el plasma sanguíneo, algo que afecta directamente al modo en que los medicamentos se distribuyen y descomponen en el organismo.
Además, se sabe que el sistema inmunitario de las mujeres también es más activo que el de los hombres, en parte debido a sus hormonas sexuales. Así, las mujeres tienden a tener mayores respuestas inflamatorias, lo que podría explicar por qué utilizan analgésicos recetados con más frecuencia y necesitan dosis más altas que los hombres durante períodos más prolongados.
A su vez, un estudio desarrollado por la Universidad de California en San Diego sobre el uso de meditación para el dolor lumbar crónico descubrió que los hombres y las mujeres utilizan diferentes sistemas biológicos para aliviar el dolor. Mientras que los hombres lo hacen liberando opioides endógenos, los analgésicos naturales del cuerpo, las mujeres dependen, en cambio, de otras vías no basadas en opioides.
Sin embargo, aún no existen estudios suficientes respecto al tema. De hecho, hasta 2016, más del 80 por ciento de los estudios sobre el dolor solo han contado con participantes masculinos, ya sean humanos o ratas. Así, esto también puede ser una explicación de por qué su eficacia es mayor en hombres.