POR Sofía Calvo, Periodista, MBA, fundadora de QT – Quinta Trends y El Nuevo Vestir podcast
En Chile, todas las personas deben salir a la calle vestidas. Así lo señala el Artículo 373 del Código Penal, que tipifica la desnudez pública como una “ofensa al pudor y a las buenas costumbres”. Sin embargo, la industria de la moda nos habla a nosotras como si fuéramos las únicas que tuviéramos que pensar en este acto cotidiano.
El problema de lo anterior, es que dada la posición desigual que todavía ostentamos en la sociedad (sí en pleno siglo XXI, aún no podemos hablar de igualdad de derechos), su interlocución ha funcionado más como un monólogo que un diálogo entre iguales. Eso se expresa en la violencia simbólica que esta industria ha ejercido sobre nosotras, a través de referentes de belleza imposibles de replicar, falta de tallas para todas, invisibilización de la diversidad, entre otros aspectos. Pero este trato desigualdad no se expresa sólo en lo anterior, también lo observamos en la constante banalización del acto de vestir, que nos ha llevado a comprar ropa sin pensar en los impactos sociales y ambientales de su cadena productiva.
En definitiva, la moda masiva expresada en sus múltiples canales y plataformas (desde la publicidad de las marcas hasta la gestión en redes sociales con influenciadores) nos ha vendido un cuento de fantasía, glamour y frivolidad, que no sólo se ha convertido en una cortina de humo, sino también en una herramienta para neutralizar nuestro pensamiento crítico, insegurizarnos y movilizar la conversación hacia nuestros cuerpos (y el de otras mujeres).
Sin embargo, hace algunos años ha comenzado a surgir un movimiento a nivel local y latinoamericano liderado por mujeres, que está buscando cambiar el contenido de este relato, y transformar el vestir en un acto político. Es decir, en una acción donde tomamos conciencia del impacto ambiental, social y económico que supone esta acción y comenzamos a alinear nuestras maneras y estilos de vestir con nuestras creencias y valores.
Ante este complejo desafío han surgido una serie de espacios virtuales como El Nuevo Vestir podcast -cuya segunda temporada estrenamos en 2023, disponible en Spotify, Youtube y Anchor.fm- que invitan a la reflexión, pero sobre todo a la acción climática desde la cotidianidad, entregando herramientas sencillas y directas que buscan que las mujeres (y la ciudadanía en su conjunto) no sólo construyan una nueva relación con su vestir desde otros verbos que no sean solo comprar, sino también que se conviertan en las verdaderas dueñas de sus clósets.
Esto supone pasar de ser “objetos” de la moda a erigirse como las articuladoras de su relato, las protagonistas de una nueva narrativa. Porque si bien no podemos salir desnudas a la calle, hoy si podemos demostrar que para nosotras vestir puede ser también una herramienta de reivindicación y lucha.
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