Desde que se lanzó en 2014 el software de gestión curricular Lirmi, el cual entrega diferentes funciones para facilitar la pedagogía escolar, lleva ya seis versiones, llegando hasta la fecha a casi 3.000 escuelas en Chile y ampliándose también a México, Brasil, Perú, Colombia y Estados Unidos. Su cofundadora, la profesora de educación básica Isabel Loncomil, fue reconocida recientemente como una de las 100 mujeres líderes 2023 por El Mercurio, galardón que se entrega hace 22 años para destacar el liderazgo y el talento femenino en Chile.
Como cofundadora de Lirmi junto al ingeniero Marcelo Catrileo y el informático Emerson Marín, todos oriundos de la Región de la Araucanía, su objetivo central ha sido posicionar el software de gestión curricular como el número uno en territorio nacional y, asimismo, a nivel latinoamericano. Su siguiente paso, según expresa Isabel en entrevista con WT, es lograr un software con alcance global que pueda mejorar el funcionamiento de las escuelas en todo el mundo.
Lirmi es una plataforma digital que permite fortalecer los procesos de aprendizaje al interior de los centros educativos a través de diferentes herramientas de planificación: libro de clases digital, diseño de clases, evaluaciones, comunicación entre el colegio y apoderados, facilitación de contenidos. Dentro de sus funciones principales está la posibilidad de que los profesores planifiquen sus clases en 10 minutos. Por otro lado, con la última versión de Lirmi, hoy los profesores pueden acceder a un chat que funciona con Inteligencia Artificial para consultar qué protocolo necesitan gestionar en caso de tener un problema puntual al interior de las salas de clases.
Para Isabel, vivir en carne propia las falencias que hay dentro del sistema educativo fue lo que la motivó a levantar este software hace casi diez años, para lo cual se asoció con expertos en el área de la tecnología con el fin de nivelar sus conocimientos en la materia y, al mismo tiempo, complementarlos con su experiencia en el mundo pedagógico. Por este motivo, posicionarse como líder en la industria tech le significó un desafío alto, más aún al ser un rubro todavía masculinizado.
“Si ves a mujeres que lideran empresas, y de tecnología puntualmente, pasa que son programadoras muchas veces o ingenieras, ese es el perfil, y se atrevieron a entrar a este mundo porque conocen el área. En mi caso yo soy profesora, mi fuerte es la educación, no son los negocios ni el tema empresarial. Yo simplemente estaba viviendo el problema en los colegios y me uní con socios estratégicos que sí tenían más conocimiento y experiencia en tecnología”, sostiene Isabel en conversación con Woman Times.
¿Cuál es el alcance de Lirmi hoy a nivel regional? ¿Cuáles son los desafíos que presenta cada mercado?
En Chile estamos en casi 3.000 escuelas, de distinto tipo: básica, media, científico- humanista, ATP, escuela de adultos, institutos. En Chile estamos en todas las regiones y dos tercios de los colegios acá tienen más de 200 alumnos trabajando con Lirmi.
Además, empezamos las salidas a otros países como México, Brasil, Perú, Colombia, hace 3 – 4 años, lo cual ha sido progresivo. Es importante mencionar que los problemas que tienen en Chile los profesores son los mismos en otros lados, inclusive en algunos casos son peores en otros países, pero la esencia del problema es el mismo. En los colegios hay problemas con la planificación de clases, con la evaluación, con la gestión administrativa. Es algo que se repite en todos lados. Eso nos ha servido para que podamos tener enganche en otros territorios.
¿Cómo va su amplitud a los Estados Unidos?
Tenemos algunos colegios allá, pero nuestro fuerte, al menos este año, son los colegios de habla hispana. Pero, como el software está en la nube y se puede utilizar en cualquier parte, de todas maneras nos abrimos a que puedan utilizarlo otros países, como Estados Unidos.
Desde que partimos con Lirmi llevamos 5 ediciones del software. Hemos ido mejorando con el objetivo de que cumpla mejor su propuesta de valor y también para que sea un producto mucho más global, que se pueda adaptar con mayor facilidad a distintos currículums y a distintos países. Entonces, en ese contexto ya estamos en la sexta versión del software, donde hemos tomado los aprendizajes de todos estos años para que el producto sea absolutamente adaptable a cualquier mercado y a cualquier sistema de enseñanza.
Desde que comenzaron con el primer software hasta el día de hoy, ¿cuáles han sido los principales impactos visualizados?
Uno de los impactos más básicos y más relevantes es el tema del tiempo. El profesor o el directivo ahorra tiempo en realizar su trabajo, en revisar pruebas y planificar las clases.
También, otro aspecto relevante tiene que ver con el uso de la información, el uso de los datos. En el colegio se pierde una cantidad gigantesca de datos que antes estaban alojados en una prueba escrita, en un libro de clases que estaba en el papel. Toda la información estaba muy aislada y por ende no se podía utilizar bien. El hecho de tener un software de gestión escolar, en general, te ayuda mucho a que orgánicamente el colegio de a poco vaya ingresando a este mundo que tiene que ver con el uso de datos para tomar decisiones.
¿Cómo visualizas el futuro de Lirmi?
Nuestra esencia siempre ha sido la tecnología y nuestros flujos están basados en las investigaciones con las que conocemos las herramientas más estándares para evaluar y planificar. En ese sentido, nuestro desafío es llegar a una versión que nos permita ser el mejor software educativo para los colegios, el mejor software de gestión educativa del mundo.
El próximo año lanzaremos nuestra sexta versión, que es mucho mejor que todas las anteriores y que toma los aprendizajes que hemos hecho en todos los países y a partir de las últimas investigaciones sobre cómo es la mejor forma de trabajar. Yo creo que cada vez estamos más cerca y para ello queremos aumentar el posicionamiento de los otros países. En Chile estamos muy contentos con lo que hemos logrado. Dos tercios de los colegios que tienen por sobre 200 estudiantes trabajan hoy con nosotros y queremos ser un software realmente global, que lo utilice cualquier colegio del mundo.
Por Javiera Fernández
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