POR: Dominique Clarke, Autora y colaboradora en Fundación Tremendas.
Abro mi copia de Madame Bovary, “clásico” que me recomendaron. Comienzo a leer pero me distraigo con un diálogo que escucho detrás mío: “No te compliques, como dicen: ‘a las mujeres no hay que entenderlas, solo hay que amarlas’”. Continúo leyendo a esta protagonista, que pareciera llevar todas las culpas de la trama. Una mujer retratada como manipuladora, desconsiderada y egoísta. Un libro enfocado en la experiencia de la mujer alejado completamente de la realidad que vivimos como género femenino.
¿Cómo llegó a ser un “clásico”? Veo diferentes libros clasificados como tales, con títulos de protagonistas mujeres escritas por autores masculinos. Anna Karenina de Leo Tolstoi, Lolita de Nabokov, Madame Bovary de Gustave Flaubert, por mencionar solo algunos.
¿Cuál era el afán de escribirnos? ¿Acaso nosotras no lo hacíamos? Pero sí que escribíamos, la cantidad de autoras perseguidas, exiliadas y/o ejecutadas a lo largo de la historia por intentar darle verdadera voz a las mujeres es muy extensa para mencionarla así sin mas, pero algunos ejemplos históricos son Enheduana (2286 a. C.), Safo de Mitilene (ca. 650/610) e Hipatia de Alejandría (360 d. C.).
¿Por qué no “entendemos a las mujeres”? Porque no las leemos.
El estereotipo y construcción social de lo que es ser mujer no ha sido escrito por nosotras.
Como sociedad tenemos una deuda histórica con las autoras. Es de suma relevancia comenzar a leer todos estos escritos que ya existen para ir interiorizando en nuestra sociedad la verdadera historia y perspectiva femenina.
Para avanzar hacia la equidad de género es fundamental comenzar a consumir mujeres. En la música, literatura, artes visuales y plásticas… nuestra voz en la cultura es una pieza clave en el feminismo. Es nuestra historia desde lo que corresponde, nuestra propia voz.
He escrito dos libros sobre represión de género, Mujer Insurgente (2020) y No soy tu Lolita (2022). Mi propósito en la escritura nació justamente para escribir a mujeres, porque quiero darles la voz que por tantos milenios se nos ha quitado, y dar a entender a otros el rol que juegan en este cambio, porque se necesita de todxs para un mundo más justo. Para la publicación de No soy tu Lolita quise poner enfoque a esto: la reapropiación de nuestra narrativa. Lolita se niega a que su historia sea contada por terceros masculinos. Ella es autora de su propia historia.
Tú también lo eres.
No somos incomprensibles,
ni manipuladoras,
ni culposas,
ni complejas.
Somos silenciadas. Pero ya no más, y es trabajo de todxs cambiarlo.
¿Quieres entender a las mujeres? Léelas.
Dominique Clarke
Autora y colaboradora en Fundación Tremendas
@domiclarke
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