Salud reproductiva: Derribando mitos

Hasta el año 2019, según las cifras del Ministerio de Salud, el acceso de las chilenas a la salud sexual y reproductiva estaba bien evaluado. Pero, con la pandemia, la situación cambió dramáticamente, las atenciones bajaron y muchos tratamientos se vieron interrumpidos. Afortunadamente, con el paulatino regreso a la normalidad el tema ha vuelto a instalarse como prioritario dejando de manifiesto los mitos y tabús que existen al respecto.

“Las mujeres hemos cambiado mucho en las últimas décadas, nuestra maternidad y nuestra sexualidad son muy distintas a lo que eran para nuestras abuelas y madres. De ahí, la importancia de informarse porque existe un sinfín de alternativas para las distintas etapas, pero lo básico es la consulta médica”, asegura María Magdalena Galarce Pardo, Subgerente de Servicios Clínicos y Farmacéuticos de Farmacias Ahumada, quien considera que la voz de la medicina es clave para derribar los mitos que históricamente han rodeado a un tema clave para el empoderamiento

¿ Cuánto incide la edad de la mujer en la maternidad?

Las mujeres entre 20 y 34 años son las que tienen menor riesgo reproductivo, presentan menores tasas de mortalidad fetal, neonatal e infantil, comparado con las mujeres mayores de 35 años, en que estos riesgos aumentan.

¿De qué manera pueden disminuir estos riesgos?

La sugerencia es que las mujeres busquen atención médica especializada antes de lograr su embarazo para que cuenten con una evaluación y los consejos pre concepcionales adecuados. En esta instancia, se puede preparar de mejor manera un embarazo y disminuir los riesgos.

Gracias la a vitrificación de los óvulos que se utiliza hace más de 20 años, muchas mujeres han logrado convertirse en madres. ¿En qué consiste esta técnica?

Es una técnica de reproducción asistida, en la cual se someten los óvulos a un brusco descenso de temperatura para preservarlos congelados. Esto, permite a las mujeres anticiparse a la disminución de la fertilidad relacionada con la edad, por ejemplo, o en mujeres con diagnóstico de cáncer. La duración del proceso depende de la evolución del tratamiento, dado que se debe empezar con la estimulación de los ovarios y luego con controles seriados con ecografía hasta la extracción de los óvulos. No debiera generar dolor alguno, dado que la extracción de los óvulos se realiza con sedación.

INVIERNO DEMOGRÁFICO

En el último siglo y medio la esperanza de vida en las mujeres aumentó en más de 30 años, pero el fin de la edad reproductiva de las mujeres se mantiene entre los 47-52 años. Antes de eso, hay un periodo que se conoce como perimenopausia. “Es el tiempo que transcurre desde el inicio de los cambios en la frecuencia y duración de las menstruaciones, hasta que se realiza el diagnóstico de menopausia”, explica, la doctora que clasifica esta etapa en precoz y tardía según la fecha de la última menstruación. 

En este sentido, precisa que “la menopausia natural se diagnostica de forma retrospectiva, luego de un año de la última menstruación de la vida, y separa el periodo premenopáusico del postmenopáusico. Los síntomas que sienten las mujeres de forma más frecuente son los que no están relacionados con los cambios hormonales, como los dolores articulares y óseos. Los síntomas que aumentan luego de la menopausia y que se asocian a los cambios hormonales son bochornos y sequedad vaginal.”.

Se habla mucho del “invierno demográfico” en Chile, cómo se proyecta esta tendencia?

Es la reducción de la tasa de natalidad y los efectos que esto puede producir en el envejecimiento de la población. En Chile, como en muchos otros países, la tasa de natalidad ha ido disminuyendo, gracias al control poblacional de la fecundidad, asociado al desarrollo económico, social y sanitario del país. Hoy estamos en una etapa de transición demográfica avanzada, lo que se traduce en un bajo crecimiento natural de la población y aumento progresivo de los grupos etarios mayores de 65 años.